Redacción BLes – Hasta ahora la comunidad de investigadores que había estudiado a los macacos cola de cerdo en Malasia, pensaban que su dieta, principalmente compuesta de fruta, no contemplaría presas más grandes que lagartijas y pájaros pequeños.
Sin embargo, un reciente informe de la revista científica Current Biology, publicado el pasado 21 de octubre, indicó que los macacos cola de cerdo del sur de Malasia además se alimentan de ratas en las plantaciones de aceite de palma.
Nadine Ruppert, profesora de zoología en la Universidad Sains de Malasia y coautora de la investigación, expresó su asombro cuando se encontró de frente con los macacos alimentándose con ratas en la plantación.
En su cuenta de Facebook la zoóloga señaló que aunque el equipo de investigadores estaban conscientes de que los macacos son animales con una dieta omnívora (insectos, frutas, semillas, hojas, setas y carne), les llamó especialmente la atención la cantidad de carne que consumían, ya que hasta entonces estos animales eran considerados como grandes frugívoros (60% frutas).
También indicó que la manera en la que los macacos cazan a estos roedores todos los días es muy “sistemática y dirigida”, además de “especializada y precisa”. La investigadora expresó haberse sentido “intrigada” al darse cuenta de la manera como el control de las ratas permite la gestación y conservación de las plantaciones de palma aceitera.
Por otro lado, según Business Insider Malasia, en el informe se detalla que los macacos, que son usualmente vistos como cazadores de cultivos, tan sólo afectan en promedio el 0.56 por ciento de palma aceitera cuando comen sus frutos, lo cual es 17 veces menos dañino que el efecto perjudicial de las ratas, estimado en un 10 por ciento.
Los investigadores que llevaron a cabo el estudio de 44 monos que habitan en la reserva forestal Segari Melintang de Malasia entre enero del 2016 y septiembre del 2018, descubrieron que cada grupo de macacos mata a unas 3.000 ratas cada año, lo que implica una reducción del 76 por ciento de su población.
El informe también indica que los daños infringidos por los roedores en las plantaciones pueden traer pérdidas monetarias por un valor estimado de 930 millones de dólares cada año.
Entonces la contribución de los macacos hacia la reducción de los perjuicios en los cultivos es de un 10 por ciento a menos del 3 por ciento, lo que genera una ganancia de 650 millones de dólares por año para el comercio del aceite de palma.
Del mismo modo los investigadores instaron a los propietarios a conservar y proteger la especie que se encuentra actualmente en estado vulnerable, según los registros de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
“En última instancia, esto puede conducir a una situación de beneficio mutuo tanto para la biodiversidad como para la industria de la palma aceitera”, expresó la autora principal del estudio Anja Widdig.
La científica expresó que con es estudio se espera precisamente trabajar en un diseño que “mantenga poblaciones de macacos viables y niveles más altos de biodiversidad”, mientras que al mismo tiempo se “aumenta la productividad y sostenibilidad de las plantaciones mediante un control de plagas eficaz y respetuoso con el medio ambiente”.