Este fenómeno, dice un especialista era totalmente previsible ante la cuarentena de los pobladores humanos.
Tras la cuarentena y medidas de aislamiento social impuestas en varios países para frenar el avance del coronavirus, la naturaleza está reconquistado algunas ciudades del mundo.
En redes sociales y medios de comunicación se difunden imágenes de distintas ciudades en las que pueden verse a animales silvestres recorriendo las calles vacías, luego de que la mayoría de su población humana se encuentra recluida por la pandemia del COVID-19.
De acuerdo a José Luis Viejo, catedrático de Zoología de la Universidad Autónoma de Madrid y miembro de la junta directiva de la Real Sociedad Española de Historia Natural, este fenómeno era previsible:
“La disminución de la actividad y presencia humanas permite que algunas especies de vertebrados, en especial mamíferos oportunistas, amplíen sus áreas de campeo (…)”
… señaló en entrevista para National Geographic España.
Un ejemplo de esta invasión son los avistamientos de jabalíes en Barcelona:
“Los jabalíes son un caso típico; son abundantes en el medio rural y en los alrededores de las ciudades por el abandono de la agricultura y de los campos, por tanto su hábitat ya estaba parcialmente compartido con los humanos”
…. mencionó Luis Viejo.

Estos animales también han sido vistos en poblados italianos:
En Madrid se han reportado pavo reales en algunos barrios:
En Nara, Japón, hay ciervos Sika (una especie local) deambulando por las calles:
En Bogotá se han visto zorros:
Y hay reportes que de que en Tailandia, los monos recorren la plaza Lopburi buscando comida (habitualmente la obtenían de turistas y pobladores).
Lo más probable, dijo el catedrático, es que una vez que la humanidad retome su ritmo de vida habitual los animales se adaptarán.
“… los ejemplares divagantes o las pequeñas poblaciones establecidas se reajustarán a las condiciones precedentes”
… afirmó.
En cuanto a los temores de que las ciudades sean invadidas por roedores, comentó que esto es poco probable.
“Las ratas ya viven aquí, por lo que no es previsible que aumenten, y si acaso disminuirían, al haber menos suciedad y basura”.