Agricultores de Ojinaga confrontaron al delegado de Bienestar en Chihuahua Juan Carlos Loera de la Rosa, a quien tienen “secuestrado en la presidencia municipal”.
Los enfurecidos productores voltearon tres camionetas: una era donde viaja el delegado, otra en la que se transportaba Pedro Torres responsable de comunicación social, y la otra de la delegada regional en Ojinaga, Elisa Franco.
Lo anterior fue confirmado por Torres quien manifestó que hasta el momento tiene “secuestrado” al delegado Loera en la presidencia municipal.
Detalló que lo tienen al interior de la presidencia “supuestos” productores, pues que señaló que algunos representantes de módulo dijeron no ubicar a varios de estás personas y que algunos eran meros “provocadores”.
“Que se llame a la calma y a la cordura. También aseguré que el dialogo es permanente”, indicó Loera en su cuenta de Facebook.
Afirmó que el ciclo agrícola de los campesinos está garantizado.
“Gracias a todas las amistades que se han preocupado por la integridad de mi persona, vine a Ojinaga a dar la cara y explicar que el agua de los agricultores de Ojinaga es prioridad, está asegurado su ciclo agrícola”, indicó en otra publicación en Facebook.
“Pero no se trata solo de la integridad mía, aquí están en la presidencia de Ojinaga más personas, entre ellas el diputado Mario Mata, Chuy Villarreal, el Secretario René Almeida y el alcalde Martín Sánchez, quienes se han mostrado solidarios”, dijo.
Esta noche fueron incendiados tres vehículos frente a la Presidencia Municipal de Ojinaga, donde han sostenido reuniones con productores agrícolas que rechazan el incremento del volumen de extracción de la presa Luis L. León, conocida como El Granero.
El Granero se ubica en el municipio de Aldama, contiguo a Ojinaga.
Los agricultores del Distrito de Riego 090 Bajo Río Conchos, bloquearon desde el domingo el puente internacional Ojinaga-Presidio, y desde la noche del lunes se sumaron otros productores pertenecientes a la Asociación Estatal de Usuarios de Riego (AURECH), quienes impidieron el paso del tren en la Ciudad de Delicias, a la vez que tomaron las instalaciones de la CFE en Ojinaga y Camargo.
Las protestas se tornaron violentas por la tarde y noche, al volcar primero las unidades y posteriormente incendiarlas al no estar conformes con la apertura de la presa.
