Hubo feligreses que no pudieron entrar a la Catedral de Tlalnepantla por considerarlas personas vulnerables al coronavirus, como los mayores de 60 años.
La Catedral de Tlalnepantla reabrió sus puertas a los fieles, tras el cierre por la pandemia del coronavirus, por lo que este domingo 19 de julio de 2020 se ofició la primera misa.
Con sana distancia entre las personas, sin saludo de paz y la comunión en la mano, todos los feligreses que entraron a misa, traían cubrebocas y al momento de recibir la hostia en su mano, se hacían a un lado, brevemente.
Así fue la bienvenida de su pastor, el arzobispo de Tlalnepantla, José Antonio Fernández
“Hoy es día particularmente de alegría porque iniciamos la reapertura de los templos para las celebraciones eucarísticas con fieles. Y esperando todos los protocolos, todo lo que hemos ido aprendiendo estos días, ser muy respetuosos de estas normas, cuidarnos y cuidar a los demás, pero también en nuestro corazón hay una gran alegría por iniciar estas celebraciones y esperanza”, declaró José Antonio Fernández, arzobispo de Tlalnepantla.
El Arzobispo bendijo a las personas que seguían la celebración por internet y pidió vencer el miedo.
“También hay temor, pero nos ponernos en las manos del Señor para salir con conciencia de que tenemos que continuar la vida, pero debemos tener mucho cuidado y responsabilidad, también debemos ayudar a las personas con las que tenemos contacto para que se vaya haciendo una cultura de la prevención; hemos sufrido pérdidas algunos familiares de ustedes, también sacerdotes, gente querida que ponemos en las manos del Señor”, agregó Jose Antonio Fernández, arzobispo de Tlalnepantla.
Hubo feligreses que no pudieron entrar a la Catedral de Tlalnepantla por considerarlas personas vulnerables al coronavirus, como los mayores de 60 años.
“Eso es bueno, pero lo malo que ahora te no la están abriendo nada más en la mañana. Dicen que una vez y en la tarde, nada más y debe ser ya parejo, no están entrando parejo la gente, nada más la gente joven, debe ser parejo, pero ¿por qué distinguen a la gente grande?, si trae su cubre bocas. Vienen a dar gracias a Dios, bendito sea Dios que ya se está componiendo esto, bendito sea Dios que ya se acabe, pero pues está mal, yo lo veo mal, que abran las iglesias está bien. Pero, pues ni modo, así es la orden que no debe entrar gente grande, ¿qué podemos hacer?”, declaró Abel, feligrés católico.
Otras personas que entraron a la misa, se sintieron seguras con las medidas sanitarias que la Catedral de Tlalnepantla implementó.
“Mientras sigamos las medidas de prevención para evitar más la propagación pues no habría problema, el aislamiento también hace, provoca cierta ansiedad”, dijo Priscila, feligrés católica.
En la misa, por momentos el Arzobispo y sus obispos auxiliares no utilizaron el cubre bocas, por ejemplo, al besar el libro de los evangelios.