El presidente apuntó a “la posición muy dura de algunos fondos (de inversión), incomprensiblemente dura, tercamente dura”
El presidente argentino, Alberto Fernández, cuestionó este sábado la posición “incomprensiblemente dura” de los acreedores en la negociación por la reestructuración de la deuda bajo legislación extranjera por 66.238 millones de dólares pero aseguró que trabajará para lograr de todos modos un acuerdo.
Fernández evitó confirmar las versiones periodísticas que sostienen que la nueva oferta mejorada de Argentina habría conseguido hasta el momento solo un 35 % de adhesión, un nivel insuficiente para habilitar el canje cuando faltan pocos días para que venza el 4 de agosto el plazo para sumarse al canje, por lo que no se descarta una nueva prórroga.
“No sé cuál es el porcentaje real de aceptación porque eso tiene mucho de especulación, son números muy especulativos”, declaró el mandatario en una entrevista con la radio El Destape.
El presidente apuntó a “la posición muy dura de algunos fondos (de inversión), incomprensiblemente dura, tercamente dura” que presentaron una contraoferta y reiteró que esta es la “última” propuesta de Argentina porque el país “no puede hacer más esfuerzos”.
“Espero que comprendan que ni siquiera les estamos pidiendo que pierdan, les estamos pidiendo que ganen un poco menos. Vamos a seguir trabajando los días que vienen para ver si logramos el acuerdo”, sostuvo.
Negociaciones contrarreloj
Luego de intensas negociaciones desde la primera propuesta presentada en abril por el Gobierno argentino, el Ejecutivo emitió a principios de julio una oferta mejorada que vencerá el 4 de agosto y acerca posiciones con los acreedores, entre ellos poderosos fondos de inversión.
La primera oferta fue valorada en 40 dólares por cada 100 dólares de deuda a canjear, mientras que la última propuesta fue valorada en 53,5 dólares, más cerca de las aspiraciones de los tres principales grupos de acreedores.
Estos tres comités de acreedores, que aseguran tener un tercio de los títulos a reestructurar, lo suficiente como para bloquear cualquier intento de canje, por primera vez se alinearon, acordaron rechazar la propuesta argentina y presentaron días atrás una contraoferta conjunta.
Fernández toma distancia de Ecuador
El presidente argentino diferenció su estrategia negociadora de la de Ecuador, aunque eso le demande más tiempo y esfuerzo para llegar a un acuerdo con los acreedores.
“Cuando nos ponen el ejemplo de Ecuador, que ya arregló, les digo que Ecuador negoció con tasas de cinco puntos en un mundo que paga cero, y aceptó eliminar las cláusulas de acción colectiva que rigen en el mundo justamente a partir de lo que los fondos buitres hicieron con Argentina” tras el cese de pagos de 2001, subrayó Fernández.
“Si yo hubiera aceptado todo lo que me piden los acreedores ya hubiera cerrado el acuerdo”, aseveró el jefe de Estado, que asumió en diciembre pasado.