La zona en que quema el incendio tiene una baja densidad de población.
Un nuevo incendio declarado la madrugada del domingo y que gana terreno a gran velocidad obligó a desalojar a miles de personas y a un hospital entero en la zona vinícola de Napa, en California (EE.UU.), que está viviendo la peor temporada de fuegos de su historia.
El incendio bautizado como Glass por los servicios de emergencias se inició por razones que aún se encuentran bajo investigación en plena ola de calor (una de las muchas que está viviendo California este año) y en poco más de 12 horas ya había calcinado 485 hectáreas.
Las autoridades locales han ordenado la evacuación de unas 2.000 personas de la zona del entorno de St. Helena, entre ellos los 55 pacientes del hospital Adventist Health St. Helena, un centro hospitalario que ya es la segunda vez que tiene que ser abandonado este año por la amenaza del fuego.
Según indicaron desde el hospital en un comunicado, la evacuación se produjo de forma rápida y sin dificultades, con los pacientes más graves abandonando las instalaciones en helicóptero y los menos graves saliendo del mismo en ambulancia.
Desde el hospital también informaron que la evacuación se hizo “como una medida de extrema precaución”, pero que por el momento no se teme que el edificio vaya a verse afectado por las llamas.
Además del intenso calor y la extrema sequedad del terreno, las llamas se está viendo atizadas por los fuertes vientos que soplan este fin de semana.
La zona en que quema el incendio tiene una baja densidad de población, con la mayoría de edificios aislados y rodeados de vegetación y de numerosos viñedos, una industria que constituye el motor económico de la región.
California está viviendo en 2020 una temporada de incendios extrema y precipitada (en años anteriores, las peores fechas eran octubre y noviembre, y se teme que este año se repita el patrón), en la que ya han registrado cinco de los diez mayores fuegos de toda su historia.
La primera gran oleada de incendios ocurrió el fin de semana del 15 de agosto tras una tormenta eléctrica nada habitual en el estado en la que cayeron decenas de miles de rayos y que iniciaron múltiples fuegos, algunos de los cuales todavía siguen activos después de casi un mes y medio.