Un grupo de migrantes de diversas nacionalidades se manifestó para reclamar los servicios básicos en su campamento en la ciudad de Matamoros, en Tamaulipas.
Un grupo de migrantes de diversas nacionalidades se manifestó, el lunes 12 de octubre de 2020, para reclamar los servicios básicos en su campamento en la ciudad de Matamoros, en Tamaulipas, donde esperan obtener un visado de Estados Unidos.
Los migrantes denunciaron que el mexicano Instituto Nacional de Migración (INM) ha incumplido con el otorgamiento de los servicios básicos en su campamento, situado a orillas del Río Bravo, frontera natural de México con Estados Unidos.
Durante su protesta denunciaron que los sanitarios de este lugar se encuentran en condiciones insalubres y que en otras partes del campamento no se cuenta con el servicio de iluminación eléctrica exterior.
“Suspendieron los servicios sanitarios que eso los paga INM. Ya basta de esta inhumanidad, queremos salir de aquí porque no somos delincuentes”, declaró la salvadoreña Cristina Arias.
La mayoría de los manifestantes se encuentra a la espera de asilo por parte del Gobierno de Estados Unidos como parte del programa Protocolo de Protección a Migrantes (MPP en inglés).
Este programa es parte de la política migratoria de Estados Unidos desde enero del 2019.
En la protesta, los migrantes desvelaron las condiciones precarias en las que se encuentra el sitio luego de un intento fallido por tratar de dialogar con las autoridades de la instancia federal.
Los migrantes reclamaron la entrada de los medios de comunicación al campamento, que se encuentra cercado con malla ciclónica para impedir el acceso de personas ajenas al lugar.
En un recorrido, los solicitantes de asilo mostraron los sanitarios, que no pueden utilizarse debido a la falta de limpieza.
“Las condiciones son peores, todo el campamento es igual. Ahora quieren quitar la luz (energía eléctrica); es dura la situación que se está viviendo aquí”, expresó el mexicano Javier Estrada López.
Hace un año los migrantes protestaron en contra del Gobierno del país norteamericano en el Puente Nuevo, que comunica a Matamoros con Brownsville, y las autoridades estadounidenses determinaron el cierre, además de desplegar un operativo hasta que se retiraron.