Crecida de río Usumacinta continúa afectando a comunidades de Tabasco

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Elementos del Ejército Mexicano y de la Guardia Nacional ayudan a vecinos de la colonia “Pueblo Nuevo” en Tenosique, a rescatar algunos muebles del interior de sus casas.

A casi un mes de las inundaciones, la situación sigue siendo crítica. Ha dejado de llover, pero el río Usumacinta, frontera natural con Guatemala, continúa subiendo por los escurrimientos de las lluvias en Centroamérica y afecta a comunidades de Tenosique, Emiliano Zapata, Jonuta y Balancán.

Como si fuera un mal augurio, Chuina Morales ha pasado toda su vida en el sacrificio, en Jonuta, Tabasco. Es madre sola de un pequeño de casi 3 años y mantiene a su abuelo, de 95.

“Uy, a veces pasamos, a veces 4 días, 1 semana a veces. Mi bebé ahí está conmigo, lo poquito que busco es para él”, refirió Morales.

Crecida de río Usumacinta continúa afectando a comunidades de Tabasco

Como la de Chuina, otras 12 casas del sacrificio están anegadas, después de la tormenta, deberán reconstruir la vida que se extinguió bajo el caudal del Usumacinta.

“¿Cada año tener que volver a empezar de cero? Sí, es difícil, pero pues qué le vamos a hacer”, insistió Chuina.

A orillas del río Usumacinta, el más caudaloso de México y, por lo mismo, el más peligroso cuando llega a incrementar su nivel, viven Doña María y Don Rafael, de 79 y 80 años, respectivamente. Aseguran que, a pesar de los riesgos, es el río el que les da de comer.

“Aquí agarramos pescadito y cuando tenemos hambre ahí nos vamos a pescar y ahí agarramos”, dijo la señora María.

En otro punto de Tabasco, más al sur, elementos del Ejército Mexicano y de la Guardia Nacional ayudan a vecinos de la colonia “Pueblo Nuevo” en Tenosique, a rescatar algunos muebles del interior de sus casas.

Y en Jonuta, la situación no es diferente. De acuerdo con autoridades municipales, 103 de las 104 comunidades sufren afectaciones por el aumento del nivel del Usumacinta.

“Ahí está mi patrimonio, toda, ahí me crecí. Esto nos afecta con toda el alma, no tengo nada”, señaló la señora Rosa.

Las principales actividades en Jonuta son la pesca y la ganadería. Esta última ha sido afectada por las inundaciones, no solo por los corrales inundados: hoy los que eran pastizales son lagunas de las que solo asoman las copas de los árboles. El aire huele al ganado muerto que, nos dicen, se esconde bajo el agua.

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