El presidente Andrés Manuel López Obrador emitió el “decreto por el que se adiciona el artículo 37 ter al Reglamento de la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos”, con el que se podrán traer temporalmente a México bienes considerados monumentos arqueológicos, artísticos o históricos, como el Penacho de Moctezuma.
El decreto fue publicado en la edición vespertina del Diario Oficial de la Federación (DOF) del jueves, y en la publicación se explica en qué consiste dicho artículo.
“Artículo 37 ter.- La Secretaría de Cultura, previo acuerdo con el Presidente de la República y con la opinión favorable de la Secretaría de Relaciones Exteriores, podrá celebrar Acuerdos Interinstitucionales con órganos gubernamentales extranjeros u organizaciones o instituciones internacionales que tengan por objeto el traslado temporal, al territorio nacional, de bienes muebles que, de conformidad con la Ley y el presente Reglamento, se consideren o pudieran declararse como monumentos arqueológicos, artísticos o históricos, con fines de estudio o exhibición pública en el país. Dicho traslado temporal deberá llevarse a cabo de conformidad con los instrumentos y disposiciones jurídicas aplicables en la materia”, indica el DOF.
La publicación del decreto se da después de la gira de la esposa de López Obrador, Beatriz Gutiérrez Müller, que hizo por Europa, en la que pidió en préstamos piezas arqueológicas y códices, los cuales pretenden ser exhibidos en 2021 con motivo del Bicentenario de la Independencia y los 500 años de la caída de Tenochtitlan.
Luego de la gira de Gutiérrez Müller, el Nuncio Apostólico en México, Franco Coppola, indicó que el Vaticano no podría prestar los códices, ya que se trata de monumentos históricos y las leyes actuales impedirán a México regresar esas piezas.
Ahora con la modificación de la Ley Federal, la situación es diferente. El arqueólogo Leonardo López Luján, director del Proyecto Templo Mayor, en su cuenta de Twitter, lamentó el cambio a la ley y señaló que “como Nación libre y soberana, sacrificamos toda dignidad por un mezquino y coyuntural interés político. ¿No pensamos en las consecuencias de una decisión así a mediano y largo plazo? ¿Y los convenios internacionales firmados con la UNESCO? ¿Dónde están las autoridades del INAH?”.
