Afuera de los hospitales, se observan largas filas de vehículos que llegan a dejar gente y las carrozas que salen.
Ya hoy no es fácil encontrar una cama de hospital para pacientes con COVID-19 y no porque no existan, sino porque están en pequeños hospitales y clínicas y hay que buscarlas. Para quienes necesitan una cama es un auténtico calvario.
“Me dijeron que está saturado. No hay, ahorita voy a ir al INER ahí me la van a recibir, pero todos están saturados. Traje a mi esposa”, dijo Jorge Esparza, derechohabiente del ISSSTE.
Jorge Esparza esperaba afuera del Hospital “Gea González” de la Secretaría de Salud, en donde diagnosticaron a su esposa, María Rizo, con COVID-19, pero no tenía disponibilidad hospitalaria.
“Un 70% de daño en los pulmones por COVID”, destacó Jorge.
De hecho, mientras María salía del hospital, llegaron más pacientes, a los que solo se les valoraba y remitía a otros hospitales.
“Sí lo atendieron, pero no hay camas, nos dan una lista de hospitales pero no nos aseguran que no sean COVID, llevamos tres hospitales con este y no me lo pueden detener”, señaló Lucía, familiar de paciente con COVID-19.
María salió con un tanque de oxígeno que le rentó su familia para el traslado, 5 mil pesos, por tres horas.
Fue recibida en el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias, INER, el que tiene 160 camas destinadas a la atención de pacientes COVID, pero tiene en la entrada del área de urgencias tiene un aviso de que su capacidad está rebasada y que los pacientes que sean valorados en urgencias que requieran hospitalización serán distribuidos de acuerdo con la disponibilidad.
Hospitales híbridos donde se atienden pacientes con o sin COVID están saturados. Afuera del hospital “Dr. Darío Fernández Fierro”, del ISSSTE, la madre de Carmen esperaba atención. Está en silla de ruedas con los riñones sin funcionar.
“Llegamos a las 2 y media, pero ya van a ser las 5. Hay que esperar, ella no tiene COVID, pero no la atienden. Me dicen que hay dos tipos de emergencias la metabólica y la de COVID“, explicó Carmen Lara, familiar de paciente COVID-19.
Afuera de los hospitales, se observan largas filas de vehículos que llegan a dejar gente y las carrozas que salen.
Las autoridades reconocen esta saturación, y muestran preocupación por ello.
“Ocho entidades federativas tienen al menos 50% o más de ocupación, las podemos ver desde el estado de Baja California, que inicia con un 51, y hasta la Ciudad de México, que tiene un 75 por ciento”, concluyó José Luis Alomía Zegarra, director general de Epidemiología.