Ni en los más remotos sueños guajiros de nadie se encontraba pensar siquiera en qué Jericó Abrahamo Masso sería candidato oficial a la Alcaldía de Saltillo.
Solamente en la mente del ex Alcalde existió esa idea.
Sin pensarlo, sin que nadie se lo dijera aunque fuera en un mal chiste, a Jericó se le ocurrió un día adelantarse a todo mundo y saltarse las trancas, para renunciar a su cargo como titular de la Secretaría de la Vivienda y Ordenamiento Territorial del Estado de Coahuila y pararse como el niño de primera comunión, con la carita brillosa de vaselina y el “nopelo” relamido con jugo de limón, y autodecretarse como prospecto a la candidatura por la Alcaldía de Saltillo.
Menos de 8 horas le duró el gusto, pues una simple llamada le puso la cara triste y desencajada: “tú no”, le dijeron.
Jerico Abramo Masso, no será candidato del PRI a la Presidencia Municipal de Saltillo. No entró nunca en los planes.
Personas cercanas a la toma de decisiones le habían recomendado guardar sus aspiraciones y esperar la decisión final.
Se desesperó, no respetó los tiempos y ahora quedó como el perro de las dos tortas: ya ni candidatura a una Diputación Federal alcanzará.
El 30 de diciembre, en su cuenta personal de Twitter lo anunció: “Hoy dejo la @sevotcoahuila, Contento por la satisfacción del deber cumplido y agradecido siempre con la ciudadanía que me permitió servirla. Agradezco al gobernador Miguel Ángel Riquelme, por su confianza en el desempeño de esta encomienda. Nos vemos muy pronto. Seguimos #PasoAPaso”.
Horas más tarde, se le cayó la cara.
¿De dónde se le ocurrió tal idea?
Encuestas publicadas en medios de comunicación vislumbraban que Jericó era la principal opción entre la población, por encima de posibles contrincantes al interior y fuera del PRI y en consecuencia, Jericó Abramo Masso aceptó estar interesado en contender de nueva cuenta por la Alcaldía de Saltillo, para el período 2022-2024.
Pero él lo sabía, sabía que era necesario esperar los tiempos, esperar que el “encargado” tomara la decisión y la anunciara.
“Mi partido todavía no abre la convocatoria, el proceso de selección, lo estoy esperando. Espero que la decisión la tomen en base a números y resultados”, opinó, antes de desesperarse.
Jericó Abramo fue alcalde de Saltillo entre 2013 y 2017.
Este mediodía, el siempre paciente José Maria Fraustro Siller dejó su cargo como Secretario de Gobierno y quedó postulado como candidato a la Alcaldía de Saltillo.
Esta fue la lápida en las aspiraciones de Jericó.
