Según las autoridades, los frascos arruinados contenían dosis suficientes para vacunar a más de 500 personas.
Un farmacéutico de Wisconsin convencido de que el mundo estaba “derrumbándose” comentó a la policía que trató de arruinar cientos de dosis de la vacuna contra el coronavirus debido a que creía que las inyecciones provocarían mutaciones en el ADN de la gente, de acuerdo con documentos entregados a una corte y que fueron difundidos este 4 de enero de 2021.
La policía de Grafton, ubicado a unos 32 kilómetros al norte de Milwaukee, arrestó la semana pasada al farmacéutico de Advocate Aurora Health, Steven Brandenburg, luego de una investigación en torno a los 57 frascos arruinados de la vacuna desarrollada por Moderna, los cuales, según las autoridades, contenían dosis suficientes para vacunar a más de 500 personas. Aún no se presentan cargos en su contra.
“Se había formado esta creencia de que no eran seguras”, dijo Adam Gerol, fiscal de distrito del condado de Ozaukee, durante una audiencia virtual. Añadió que Brandenburg estaba molesto porque atravesaba un proceso de divorcio y una empleada de Aurora dijo que Brandenburg llevó una pistola al trabajo en dos ocasiones.
Un detective escribió en una declaración de causa probable, que Brandenburg, de 46 años, admitió creer en teorías de conspiración y comentó a los investigadores que trató de arruinar las dosis de la vacuna intencionalmente porque podrían perjudicar a la gente y modificar su ADN.
La desinformación en torno a las vacunas contra el COVID-19 circuló en internet con afirmaciones falsas que van desde los ingredientes de las vacunas hasta sus posibles efectos secundarios.
Una de las primeras afirmaciones falsas insinuaba que las vacunas podrían modificar el ADN. La vacuna desarrollada por Pfizer y su socio alemán BioNTech, así como la de Moderna, dependen del ARN mensajero o ARNm, que es una tecnología nueva utilizada en las vacunas y en la que expertos trabajan durante años. Las vacunas de ARNm ayudan a entrenar al sistema inmune para que identifique a la espiga de la proteína en la superficie del coronavirus y produzca una respuesta inmune. Los expertos dicen que no hay nada cierto en relación con las afirmaciones de que las vacunas pueden causar modificaciones genéticas en humanos.
Jeff Bahr, el director del grupo médico de Aurora Health Care, dijo que Brandenburg admitió que retiró los frascos de la refrigeración en el centro médico de Grafton durante la noche del 24 al 25 de diciembre, los regresó y luego los dejó afuera de nuevo la noche del 25 de diciembre al sábado 26.
De acuerdo con la declaración jurada que presentó su esposa el 30 de diciembre, cuando Brandenburg fue detenido, el hombre fue a su casa el 6 de diciembre y dejó un purificador de agua, así como, dos suministros de alimentos para 30 días; le dijo que el mundo se estaba “derrumbando” y que ella estaba en negación. Señaló que el gobierno planeaba ciberataques y apagaría la red eléctrica.