Juez determinó, la tarde del miércoles, que Emilio Lozoya deberá seguir su proceso en prisión por el caso Odebrecht
- Aseguró que se determinación esta basada en tres puntos, haciendo especial hincapié en que existe riesgo de fuga
Emilio Lozoya, exdirector de Petróleos Mexicanos (Pemex), permanecerá en prisión preventiva justificada en el Reclusorio Norte, al confirmarse, la tarde del miércoles 26 de enero de 2022, que no han cambiado las condiciones del exfuncionario y existe la posibilidad de fuga.
Así lo determinó el juez José Artemio Zúñiga durante la audiencia virtual realizada en el Reclusorio Norte.
El imputado ha permanecido recluido desde el pasado 3 de noviembre por su presunta relación con los casos Agronitrogenados y Odebrecht.
El juez señaló que el exdirector de Pemex cuenta con una red familiar que se encuentra en el extranjero y que puede ayudarlo a evadir la justicia mexicana, ya que su esposa e hijos son de nacionalidad alemana, radican fuera del país y cuentan con los recursos para que pueda ocultarse en otra nación.
También dijo que el imputado posee una cuenta bancaria con dos millones de euros que podría utilizar.
Consideró, además, que no se ha avanzado en el criterio de oportunidad al que pidió acogerse el exdirector de Pemex, ni ha habido avances claros sobre la reparación del daño, que podría alcanzar los 7 millones de dólares por el caso Odebrecht.
El juez se dirigió al imputado, a quien le informó que por el delito de recursos de procedencia ilícita podría alcanzar una pena de 5 a 15 años, por el de cohecho de 2 a 10 años y por asociación delictuosa de 5 a 10 años de prisión.
La audiencia se realizó por determinación del Tercer Tribunal Unitario, que resolvió que el juez Zúñiga debería analizar elementos de prueba que no se tomaron en cuenta en la diligencia del 3 de noviembre, cuando se le dictó al exfuncionario la medida cautelar de prisión preventiva justificada, a solicitud del Ministerio Público Federal.
Al término de la diligencia Emilio Lozoya le dijo en voz baja a su abogado que le parecía una barbaridad y rompió las copias de la apelación que habían ganado ante el tribunal de alzada, con el que había logrado que se revisara su prisión preventiva.
El imputado se presentó a la audiencia con su uniforme de color beige, un reloj negro y una pulsera roja en la muñeca izquierda.
Al término de la diligencia, uno de sus abogados pasó frente a los medios de comunicación sin querer dar detalles de la audiencia.
En próximos días se fijará fecha para la audiencia intermedia del juicio donde las partes debatirán las pruebas que se tienen contra Lozoya.