Liliana, joven a la que violaron y quemaron viva en NL, exige justicia

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Aunque tres sujetos abandonaron su cuerpo en un baldío, fue hospitalizada y sobrevivió

Elvia Liliana, una joven que fue violada, quemada viva y cuyo cuerpo fue abandonado en un terreno baldío en Nuevo León, exigió justicia en su caso para dar con los responsables del ataque en su contra.

“Toda la noche estoy sin dormir, con dolor, al pendiente y preocupada de que me vayan a hacer algo otra vez a mí y a mi familia”, dice la víctima, quien de milagro sobrevivió al infierno al que tres sujetos la sometieron el pasado 26 de marzo.

Esa noche, los agresores la drogaron, la golpearon y prendieron fuego a su cuerpo para ultimarla.

Sin embargo, gracias a un reporte ciudadano, fue rescatada en el baldío donde la abandonaron, en el municipio de Guadalupe, y sobrevivió tras ser llevada a un hospital.

Casi dos meses después del incidente, Liliana fue dada de alta, con un reporte de quemaduras en el 32% de su cuerpo, pulmones afectados por el humo y un gran riesgo de infección por la gravedad de sus heridas.

La mujer de 23 años de edad considera que no era el momento para salir de la institución médica para la población sin seguro social, aunque sigue bajo tratamiento. Fueron tres semanas las que estuvo en terapia intensiva.

“Más que nada me dieron de alta porque ya tenía mucho tiempo en el hospital, pero no era el momento. Todavía tengo muchas heridas abiertas, es muy doloroso. Tengo que estar aguantando todos los días la impotencia”, señala.

Las autoridades encargadas de perseguir los delitos tampoco han actuado a pesar de que Liliana identifica a sus tres agresores porque le rentaban el cuarto en donde vivía. Ahora reside en la casa de su cuñada, en el municipio de Pesquería.

“Aquí en el municipio donde yo vivo, en Pesquería, el secretario de Seguridad me dijo que él no podía ayudarnos, que porque aquí no me encontraron, que no podía hacer nada”, lamenta.
Hasta hace algunos días, Liliana sólo contaba con el apoyo de su familia. Confiesa que sus cuatro hijos le daban fuerza para salir adelante.

“La verdad nunca hicieron nada, nunca recibí apoyo de nadie, mi esposo era el único que se las veía para llevarme algo de comer, de medicamento, porque pues le pedían cosas en el hospital para mí. Fue el único, y mi mamá, quienes estuvieron ahí conmigo. Las autoridades no me han dado ni resguardo”, reclama.

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