Deleita a sus fieles fanáticos con canciones icónicas
El caballero de la estirpe Beatle, Sir Paul McCartney, pisó nuevamente tierras aztecas para reconquistar a su público mexicano con entrañables bocanadas de nostalgia y alegría musical.
La noche del martes el Foro Sol de la Ciudad de México lució repleto en el primero de los dos conciertos que la estrella de Liverpool ofrecerá en nuestro país.
Can’t Buy Me Love, Junior’s Farm, Letting y She’s a Woman fueron las primeras joyas sónicas que Paul entregó a sus seguidores capitalinos.
“Hola México, esta noche voy a tratar de hablar un poquito de español”, externó el cantante mientras lucía ataviado elegantemente con traje negro, camisa azul celeste y su icónico bajo Höfner.
Y es que McCartney convocó a varias generaciones para dar constancia de su clase en los escenarios, esa misma que forjó junto a John, George y Ringo para consagrarse como una de las leyendas más influyentes de la música de todos los tiempos.
“Estoy feliz de estar de vuelta…ustedes son los mejores, son una bola de locos”, mencionó el astro inglés mientras la multitud le respondía “Paul, Paul, Paul”.
Fue entonces que siguieron apareciendo los clásicos Love Me Do, Dance Tonight, Blackbir, Here Today y Lady Madonna, provocando la algarabía de los fans.
El momento romántico de la noche llegó con My Valentine, canción compuesta para su esposa Nancy, quien se encontraba entre el público.
Ya sea en el bajo, la guitarra, el ukelele o en el piano, McCartney demostró que a pesar de sus 81 años de edad se encuentra en buena forma física y vocal y que conserva un entusiasmo genuino para cautivar a sus seguidores.
La explosión de emociones se detonó con Ob-La-Di, Ob-La-Da y Get Back para luego entonar los himnos Let It Be, Live and Let Die y Hey Jude.
Luego de una despedida en falso, Paul regresó al escenario ondeando una bandera de México para entregar otros temas más, cerrando su show con Birthday, Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band, Golden, Carry That Weigh y The End.
El siguiente concierto de McCartney en México ya está agotado y promete también ser una experiencia indeleble en la memoria del fiel público mexicano.
