El exmandatario Donald Trump (2017-2021) y precandidato republicano a las elecciones del próximo noviembre afirmó este sábado que los procesos penales que le han abierto es algo que se hace en “repúblicas bananeras” o países del tercer mundo, no en un país como Estados Unidos, y culpó al presidente, Joe Biden, de los problemas legales a los que se enfrenta.
El magnate neoyorquino dio un mitin de campaña en Wildwood (Nueva Jersey), donde culpó directamente al presidente, Joe Biden, de la crisis de la frontera sur, que permite, dijo, que “millones de presos y personas salidas de instituciones mentales inunden Estados Unidos, por lo que prometió unas “fronteras fuertes, no abiertas” con México, de llegar a la Casa Blanca.
También hizo responsable a Biden de la subida de los precios de los alimentos, la inseguridad ciudadana, la alta inflación, el alza de las tasas hipotecarias y de la energía.
Factores que, subrayó, están golpeando a la clase media del país. “Si Biden gana estas elecciones, la clase media pierde; pero si gana Trump, la clase media gana”, dijo Trump, de 77 años, ante al que probablemente es su primer gran mitin en el área de Nueva York, al que atrajo a unas 30 mil personas.
Durante su largo mitin de más de una hora, Trump se refirió en varias ocasiones a los casos penales que tiene abierto y, en tono de burla, dijo en un momento que “ellos (los demócratas y Biden) amañaron todo con el Departamento de Justicia” y le han presentado más cargos que al famoso “gánster” Alcapone.
Sostuvo que esto es más propio del “tercer mundo o de una república bananera”, pero que no se hace en un país como Estados Unidos, y que, además, esperaron a las elecciones, hasta ver cómo se desarrollaba su candidatura, para hacerlo.
Cargo en numerosas ocasiones contra Biden, al que tachó de ser un imbécil, incompetente y corrupto, “el peor presidente que nunca ha tenido Estados Unidos” y que “todo el mundo se ríe de él”.
En su continuo ataque llegó a decir: “Podríamos tomar a los 10 peores presidentes de la historia de nuestro país y sumados no han hecho el daño que este idiota ha hecho”, palabras que fueron vitoreadas por las decenas de miles de seguidores presentes.
“Este país no va a sobrevivir a cuatro años más de Biden. Queremos el sueño americano, no el caos y la pesadilla inflacionista de Joe Biden”, dijo, para asegurar que una de sus prioridades, de volver a la Casa Blanca, es que “las comunidades sean más seguras y acabar con el desfinanciamiento de la Policía.
En materia de economía (“la real, no la falsa del Gobierno”), lamentó que la inflación está devastando el país, con el barril de petróleo cerca de los 100 dólares y los precios de los alimentos en una escalada sin freno, como los del pollo, con un aumento de del 32%, los huevos (30%), las hamburguesas (37%) o el beicon (79 %).
Y recordó que las tasas hipotecarias, cuando él abandonó la Casa Blanca, estaban en el 2.6%, mientras que ahora están casi en el 8%, por lo que insistió en que un nuevo mandato de Biden supondría el fin de la clase media.
También cargó contra las políticas fiscales de la administración Biden para el coche eléctrico: “Voy a terminar de inmediato con el loco mandato de Biden sobre el coche eléctrico. No habrá prohibición en Estados Unidos de la gasolina. Puedes tener un coche eléctrico, si quieres; o puedes comprar gasolina. Puedes hacer lo que quieras”, dijo.
En ese contexto, aseguró que su administración supervisó la “mayor economía en la historia de nuestro país”.
También aludió a su inminente elección para el cargo de vicepresidente y pareció insinuar la posible elección del gobernador de Dakota del Norte, Doug Burgum, quien voló con Trump al mitin en la costa de Jersey y habló brevemente.