Los pobladores de La Esperanza señalaron que, desde hace un mes, hombres armados se han instalado en las montañas de pino y roble para intimidar y acosar a los pobladores con constantes disparos hacia sus viviendas, impidiendo el libre tránsito hacia los cafetales.
Al menos unos 210 pobladores desplazados de la localidad La Esperanza, en el municipio de Chenalhó, en Chiapas, desde el 31 de julio a causa de la violencia de la delincuencia organizada retornaron a sus casas, luego de que se generaron las condiciones para volver a sus hogares, contó este viernes Inti Contreras Escamilla, delegado de Protección Civil en la zona Altos.
“En la zona de La Esperanza, las personas y las familias de estas localidades estuvieron resguardadas aquí en la cabecera municipal con asistencia y atención de Protección Civil y el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) Bienestar para su confort, ahorita ya se dan las condiciones y realizan el retorno a sus domicilios”, dijo el funcionario estatal.
El retorno estuvo conformado por más de 14 unidades acompañadas por elementos de Protección Civil y Policía de Seguridad Pública, quienes transportaron y resguardaron a mujeres y niños en su mayoría.
Los pobladores de La Esperanza señalaron que, desde hace un mes, hombres armados se han instalado en las montañas de pino y roble para intimidar y acosar a los pobladores con constantes disparos hacia sus viviendas, impidiendo el libre tránsito hacia los cafetales.
Agregaron que los tiroteos han puesto en peligro la estabilidad psicológica y física de los infantes, mujeres y hombres; pues las balas perdidas se escuchan como traspasan el silencio y caen sobre los techos de láminas de las casas de madera.
“Todos nos echamos boca abajo dentro de nuestras casas, cerramos las puertas, estamos debajo de la cama, no se puede salir porque truenan las láminas de la casa de tanta bala”, expresó a EFE Carmen, mujer tzotzil de 60 años, quien dijo regresará aún con miedo.
A pesar de que las autoridades mexicanas mantienen una base militar a 500 metros del poblado La Esperanza, los pobladores manifestaron repetidamente no sentirse del todo a gusto, pues han confirmado que “los uniformados no accionan contra los sicarios y eso no da confianza”.
Ante ello, Petra, de 47 años, pidió a nombre de todas las mujeres y niños al gobierno de México y de Chiapas el apoyo constante de alimentos y seguridad porque el peligro persiste.
“Al gobierno federal y estatal queremos que nos apoye en seguridad y también en comida, porque vamos a regresar, no es porque vamos a trabajar tranquilos, hay que salir a trabajar y si no se puede estaremos en casa sin comida”, enfatizó a EFE la mujer de la etnia tzotzil.
Los pobladores de La Esperanza, han huido de sus hogares al menos en dos ocasiones por la violencia generada por los grupos armados que se enfrentan en la zona constantemente desde el 2021, año en que surgió el grupo autónomo denominado Los Machetes, desterrando al grupo armado Los Herrera y también reconocidos como el “Ejército Civil Indígena”, aliado con el Cártel Jalisco Nueva Generación.
Cabe destacar que esta zona es de alto riego, toda vez que ha aparecido otro grupo de autodefensa, que dice ser exzapatista y aliados de Los Machetes para defender a los pobladores del acecho de paramilitares y de los cárteles de México.