Salazar señaló que habrá que esperar que Donald Trump asuma el cargo y saber bajo qué condiciones se darán ciertos temas, como el de las deportaciones.
Pese a las “grandes inquietudes” que existen por el futuro del Tratado Comercial entre México, Estados Unidos y Canadá, mejor conocido como T-MEC, ante el regreso de Donald Trump a la presidencia estadounidense, el aún embajador de EU en México, Ken Salazar, aseguró que las relaciones entre los tres países continuarán por la importancia económica que tienen.
“Tenemos inquietudes, sí, en este momento hay varias inquietudes grandes sobre lo que está pasando con el T-MEC en este momento, pero sí me parece fundamental la relación económica entre EU, México y Canadá va a seguir” señaló el diplomático en conferencia de prensa desde el sur del país, donde además señaló que se deben esperar las condiciones en las que Trump asuma la presidencia para saber si la amenaza de imponer aranceles del 25 por ciento puede ser llevada a cabo.
Sobre el tema migratorio, y las advertencias de migraciones masivas, dijo que pueden ser posibles debido al marco legal existente.
“Lo de las deportaciones en realidad sí pueden ocurrir porque ahí está la ley y las promesas de la campaña y lo que se ve todos los días en la televisión todos los días de los Estados Unidos que las deportaciones sí son algo que puede pasar” indicó.
En este sentido, Salazar aseguró que la frontera entre México y EU “esta quebrada”; en este sentido, recomendó al gobierno entrante sumar esfuerzos para enforcar la seguridad no sólo en la zona limítrofe norte, sino frenar la migración desde la frontera con Guatemala.
“La observación mía, como embajador, es que la seguridad y la prosperidad de los Estados Unidos no se va a basar nada más en la solución en la frontera entre Estados Unidos y México, se tiene que basar en estos otros lugares de desarrollo, cinturones de seguridad, que incluyen el Istmo de Tehuantepec”. Explicó que a su ver, el Istmo de Tehuantepec puede ser un punto clave para frenar la migración irregular hacia el norte del continente y, además, controlar el ingreso de drogas que llegan a Estados Unidos y el resto de México.
“Siempre lo hemos visto como un cinturón de seguridad y prosperidad. Si se compara con la frontera al norte, que son casi dos mil millas, aquí en el istmo, son nada más 180 millas, entonces ahí está un cinturón donde se puede contener migración, se puede contener los temas de seguridad la venta de drogas y también se puede crear prosperidad para la gente del sureste. Por eso para mí ha sido un proyecto de mucha importancia el cinturón del istmo de Tehuantepec”, resaltó el embajador.
A sólo un par de días de dejar el cargo, el canciller estadounidense recalcó que con el cambio de gobierno en EU habrá cambios, ya que entrará otro mandatario, con otras prioridades, pero que al parecer la seguridad es una de ellas.
