La hipótesis más fuerte que sostiene la Fiscalía General del Estado de Tamaulipas sobre la muerte de los músicos del Grupo Fugitivo es tan pasional como aterradora.
Uno de los músicos habría tenido un vínculo con una mujer ligada sentimentalmente a Ulises Raga Ortiz, alias “El Fayuka” o “Metro 40”. Los celos se convirtieron en ejecución. En estos círculos, una afrenta se paga con sangre y se convierte en mensaje. No fue solo venganza: fue castigo ejemplar.
Según información publicada por el medio Zeta Tijuana, los músicos de Grupo Fugitivo fueron contratados para amenizar una fiesta de “Los Metros”. La organización del evento habría estado a cargo de un líder criminal identificado como “R-8”.
Estas versiones apuntan a que el crimen habría sido motivado por un altercado entre Ulises Raga Ortiz, presunto líder de la facción “Los Metros” del Cártel del Golfo, y uno de los músicos, supuestamente por una escena de celos.
Las mismas fuentes, citadas por Zeta Tijuana, indican que el propio cártel habría decidido “entregar” a “El Fayuka” como único responsable del escándalo, buscando desactivar la atención mediática que se disparó en la región tras la calcinación de los músicos.
Aunque medios locales han reportado que Ulises Raga habría sido capturado nuevamente tras el hallazgo de los cuerpos, su nombre aún no aparece en el Registro Nacional de Detenciones (RND).