La funcionaria de Guadalajara aceptó que tuvo como objetivo “quitarse a sus enemigos del camino”.
Naomi Sofía Figueroa Álvarez, quien labora en el Ayuntamiento de Guadalajara, generó controversia en redes sociales tras declarar públicamente que participó en el sacrificio de un perro como parte de un ritual relacionado con la santería y la religión orisha.
Durante una transmisión en vivo en TikTok, la funcionaria compartió detalles sobre su experiencia con prácticas religiosas afrocubanas.
“Yo, por ejemplo, tuve que hacer un sacrificio, muy grande, porque le cortaron… a un perro”, mientras hacía con la mano una seña que simulaba el corte de cuello.
Según explicó, el acto tuvo como objetivo “quitarse a sus enemigos del camino”, expuso.
¡Inaceptable! 😡 Naomi Sofía Figueroa Álvarez, servidora pública en Ayuntamiento de Guadalajara confiesa en una transmisión en vivo que participó en el asesinato de un perro como parte de un ritual para "quitarse a enemigos del camino" 😳 pic.twitter.com/9GnKyo4CDL
— adn40 (@adn40) June 9, 2025
“Todos caen, todos caen y todos van a caer para que le sigan jugando al ve…”, expresó en el mismo video, que rápidamente circuló en redes sociales y provocó reacciones de rechazo por parte de diversos usuarios, quienes solicitaron a las autoridades locales tomar medidas al respecto.
De acuerdo con información publicada por el diario Mural, Figueroa Álvarez ocupa el cargo de colaboradora especializada 7C en la Dirección de Colmenas y Centros de Cuidado Comunitarios, perteneciente a la Coordinación General de Construcción de la Comunidad.
Está registrada en la nómina municipal desde el 18 de marzo de 2025 y percibe un sueldo bruto mensual de 18,400 pesos, que incluye salario, ayuda de despensa y apoyo para transporte.
La revelación ha puesto en el centro del debate legal la posible violación a la legislación local en materia de protección animal. Según el Código Penal del estado de Jalisco, quienes incurran en actos de maltrato o crueldad animal que deriven en daño o muerte del ejemplar pueden enfrentar penas de entre tres y cinco años de prisión, así como multas de hasta 113 mil pesos.
