Los Voladores de Papantla heridos fueron trasladados de inmediato a hospitales de la ciudad de Poza Rica para recibir atención médica.
Cinco integrantes del grupo de Voladores de Papantla resultaron lesionados tras la caída del poste ritual durante una ceremonia en la comunidad de El Águila, perteneciente al municipio de Tihuatlán, Veracruz.
El incidente ocurrió mientras los participantes realizaban el tradicional descenso, cuando la estructura principal del ritual cedió y se vino abajo. De acuerdo con autoridades locales, los afectados fueron trasladados de inmediato a hospitales de la ciudad de Poza Rica para recibir atención médica.
El suceso tuvo lugar durante las festividades patronales de la comunidad, y fue captado en video por asistentes, quienes difundieron las imágenes en redes sociales, donde circularon ampliamente.
💥#ULTIMAHORA Tremenda caída de casi 10 metros de altura que pudo convertirse en una terrible tragedia, cuando los Voladores de Papantla cayeron del palo volador durante la danza en Tihuatlán, Veracruz. El hojancho (madero que sirve de eje central) se quebró durante ritual. Los… pic.twitter.com/4uRdgl0tsK
— Alex Monday (@AMBcancun) June 27, 2025
La Secretaría de Protección Civil estatal informó que se llevará a cabo una revisión de las condiciones estructurales de los postes utilizados en este tipo de actos, como medida preventiva.
También se indicó que se investiga si la instalación del poste cumplió con los protocolos de seguridad establecidos.
¿De qué trata el ritual de los Voladores de Paoantla?
El ritual de los Voladores de Papantla forma parte de una tradición indígena totonaca con profundo simbolismo.
Consiste en el ascenso de los participantes a la cima de un poste de más de 20 metros de altura, desde donde descienden girando suspendidos con cuerdas, en una danza que representa el vínculo entre el cielo y la tierra.
Cada uno de los cuatro voladores desciende girando 13 veces, lo que en conjunto suma 52 vueltas, cifra relacionada con el ciclo del calendario mesoamericano. Un quinto participante, generalmente conocido como el caporal, permanece en la cima del poste tocando música tradicional.
Este ritual fue inscrito por la Unesco en 2009 en la lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, al ser considerado una manifestación de la cosmovisión indígena mesoamericana que persiste hasta la actualidad.