En las últimas horas, se han difundido algunos clips que provocaron revuelo entre los seguidores de Adrián Marcelo. En las grabaciones, el conductor aparece rodeado por individuos vestidos con chalecos antibalas y ropa táctica, además de una persona encapuchada que portaba lo que parecen ser insignias de una corporación policial. Se dice que los hechos se suscitaron la madrugada del 2 de agosto en el recinto Fort Urbano, en Monterrey, durante un evento que encabezaba el influencer, lo que generó versiones sobre una posible aprehensión.
Las imágenes, divulgadas principalmente a través de la plataforma TikTok, muestran al creador de contenido conversando con el hombre encubierto mientras otros sujetos con apariencia de elementos de seguridad lo observan atentamente. Aunque el comportamiento de Adrián es tranquilo y no se percibe resistencia, el contexto del video y la presencia de los supuestos agentes desataron dimes y diretes sobre una intervención de carácter legal.
En redes sociales, la comunidad digital debatió intensamente sobre el incidente. Algunos internautas sugirieron que se trató de una detención encubierta, mientras otros consideran que fue simplemente un protocolo de seguridad durante el desarrollo del espectáculo. También surgieron teorías sobre la posibilidad de una medida preventiva, aunque sin pruebas concretas ni información confirmada por autoridades.
Hasta el momento, ninguna dependencia oficial, como la Secretaría de Seguridad de Monterrey ni el Gobierno de Nuevo León, ha emitido una postura pública al respecto. Tampoco se han presentado cargos formales ni se ha divulgado algún reporte que indique que Marcelo haya sido arrestado, lo que mantiene el caso en un estado de incertidumbre y alimenta aún más las conjeturas entre el público.
Por su parte, el exparticipante de La Casa de los Famosos México no ha realizado declaraciones para aclarar la situación. Tras el show, compartió imágenes en sus plataformas junto al comediante “El Bananero”, en las que no se advierten señales de conflicto o contratiempos. Esta actitud ha sido interpretada por algunos como una forma de restarle importancia al suceso, mientras otros esperan una explicación más detallada de su parte.
Ante la ausencia de información fidedigna, lo ocurrido continúa siendo objeto de especulación. El material podría tratarse de un operativo de seguridad malinterpretado, una retención momentánea o simplemente un malentendido. Sin embargo, sólo con el pronunciamiento de los mandos competentes se podrá esclarecer si efectivamente existió una captura o si todo se trató de una confusión amplificada por los internautas.
