Sheinbaum enfatizó que su gobierno mantiene una “muy buena relación” con China y desea preservarla.
La presidenta Claudia Sheinbaum rechazó que la propuesta de incrementar aranceles a las importaciones de automóviles y otros productos de origen asiático sea una medida coercitiva contra China. La mandataria aseguró que la decisión busca fortalecer la economía mexicana y no viola ninguna norma internacional.
“No son medidas de coerción y no son contra China, eso es muy importante, no son medidas contra un país”, declaró la presidenta en su conferencia matutina.
Sheinbaum enfatizó que su gobierno mantiene una “muy buena relación” con China y desea preservarla.
Sheinbaum responde a la crítica de Pekín
La propuesta de reforma a la Ley de los Impuestos Generales de Importación y Exportación plantea un aumento de aranceles de entre 20% y 50% para autos y otros bienes importados de Asia, especialmente de China, una iniciativa que ya fue rechazada por el gobierno de Pekín.
El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Lin Jian, afirmó que su país “se opone firmemente a cualquier coerción de otros para imponer restricciones a China bajo distintos pretextos, lo que socava los derechos e intereses legítimos de China”.
En respuesta, la presidenta mexicana aclaró que la medida no se dirige a un país en particular, sino que se aplica a todas las naciones con las que México no tiene un tratado comercial.
“Hay muchos países en esta condición, es una decisión que se toma a partir del fortalecimiento de nuestra economía”, sostuvo.
Sheinbaum añadió que su gobierno está dispuesto a dialogar con las economías que se sientan afectadas por la nueva política arancelaria. También rechazó que la medida pueda perjudicar a México, al señalar que el país importa más de lo que exporta de estas naciones.
“Nosotros prácticamente exportamos muy poquito a esos países, muy poquito. La mayoría lo importamos”, concluyó.