El fiscal informó que entre los detenidos también se registró que cuatro personas cuentan con ficha de búsqueda por desaparición.
De las 12 personas que fueron detenidas el domingo pasado en San Cristóbal de las Casas que afirmaron estar relacionadas con el Cártel Jalisco Nueva Generación, cuatro cuentan con fichas de búsqueda y refieren haber sido reclutados a la fuerza, informó el fiscal de Chiapas, Jorge Luis Llaven Abarca.
Durante una declaración dada en una transmisión en vivo, el fiscal dio detalles en torno a la detención ocurrida el pasado 6 de diciembre en la localidad de Chiapas con armas largas y cortas, equipo táctico y aparente droga, como el hecho de que sólo uno de ellos era originario de Chiapas.
“Hay personas, seis de ellos originarios de Jalisco, tres de Nayarit, uno de Michoacán, uno de Oaxaca y uno de Pueblo Nuevo Solistahuacán, acá en Chiapas”, informó.
Afirmó también que cuatro de ellos contaban con fichas de búsqueda por desaparición, entre los cuales se encontraban los dos únicos menores de edad del grupo, quienes de acuerdo con las entrevistas, habrían sido reclutados a la fuerza y adiestrados en un rancho en Jalisco a operar armas de fuego.
“Según los dos menores de edad, Emmanuel Alexander y Diego Antonio —de Nayarit y de Jalisco—, fueron llevados por la fuerza a unos ranchos allá en Jalisco, donde fueron adiestrados en el manejo de armas”, dijo.
El fiscal puntualizó que los 12 detenidos fueron puestos a disposición del Ministerio Público para enfrentar la justicia, aunque se continúan profundizando las investigaciones.
“Ya estamos en comunicación con las entidades federativas para poder ahondar en las investigaciones y muy probablemente estaríamos hablando de un reclutamiento forzado, principalmente de los dos menores de edad que, insisto, están puestos a disposición de la fiscalía de adolescentes”, señaló.
El pasado mes de marzo se dio a conocer que en el rancho Izaguirre, en Teuchitlán, Jalisco, colectivos de buscadoras afirmaron que fueron hallados restos óseos; estos grupos acusaron que el rancho era un campo de exterminio tanto por los restos como por prendas de ropa halladas al interior. Las investigaciones de la fiscalía estatal, sin embargo, apuntaron a que se trataba de un centro de adiestramiento del crimen organizado.
