Hace 6 años Cintia fue asesinada cuando dormía. Su familia lleva su reclamo al cine

2945544.jpg

Niña sola, de Javier Ávila, es un documental que nace de la inquietud por exigir justicia en el feminicidio de Cintia Patricia Calderón Verduzco, joven de 19 años de edad quien habría sido asesinada a manos de la expareja de su madre mientras dormía.

A seis años de su muerte, Arcelia, la madre de Cintia, habla para pedir que el caso no quede impune y que este documental pueda ser una herramienta para que las mujeres puedan identificar las señales de violencia de género.

Ciudad de México, 11 de febrero (SinEmbargo).– Ningún camino de vuelta a casa se le ha hecho tan largo y pesado a Arcelia Verduzco como el del 15 de septiembre de 2016. En cuanto salieron las palabras de la boca de su jefa, no pudo pensar más que en salir corriendo, tomar el primer taxi y amarrase a la posibilidad de que todo fuera una equivocación, pero no fue así.

Ese día la expareja de Arcelia habría entrado a su casa mientras ella trabajaba en la maquiladora y Cintia, su hija menor, dormía. Ese hombre que ejerció la violencia física y emocional contra ella por años habría tomado un cuchillo y acabado presuntamente con la vida de la joven de 19 años dejando truncados todos sus planes.

“Ella era una mujercita que le gustaban mucho los animales. Ella amaba los animales. Tenía sueños, como todos. Ella quería estudiar. Siempre andaba conmigo para todos lados. Siempre que andábamos en la calle y mirábamos esas casas bonitas, ella decía: ‘mira mami, algún día yo voy a comprarte una casa así, y yo te voy a cuidar cuando estés viejita, yo te voy a bañar, yo te voy a limpiar así como cuando tú me cuidabas. Quiero ser alguien para darte todo lo que tú nos has dado, no nos has mucho pero tratas de sacarnos adelante’”, recuerda Arcelia de su hija en entrevista con SinEmbargo.

Cintia disfrutaba de pasar tiempo con su familia, con sus hermanos, pero en especial con sus sobrinos pequeños. Ella soñaba con convertirse en criminóloga y ya se preparaba para entrar a la Universidad de Baja California en la Licenciatura de Derecho.

“Era una mujer que tenía mucho amor por la vida, muchos sueños que desgraciadamente no logró cumplirlos; no porque fuera mi hija o porque ya no está aquí la quiero poner en un pedestal, pero ella era mujercita muy buena, que amaba mucho a su familia, demasiado”.

El documental Niña Sola, de Javier Ávila, logra una radiografía de este caso. Hace un recuento de esa mañana de septiembre en Tijuana, pero también explora en lo alarmante que se vuelve normalizar la violencia de género indagando en las vidas de sus protagonistas Arcelia y Bertha, la hermana mayor Cintia, que llevan a cabo un proceso para tratar encontrar una explicación a este crimen.

“Para mí era un desahogo, desahogar este dolor que yo traía. Y sí, en el momento dolía cuando se los estaba platicando y dolía mucho, pero a la vez sentía que sacaba algo que me estaba ahogando, y ellos siempre tuvieron el cuidado de no hacer una pregunta brusca, sino siempre tenían el tacto de preguntarme, como si estuviera platicando con una persona que conocían de tiempo, tratando de darme un consuelo, y por eso es que tuve la confianza hacia ellos, porque fueron unas personas muy lindas”.

El director retrata aspectos de la cotidianidad de la vida de Arcelia y Bertha, su día a día marcado por la violencia que ha trascendido en muchas etapas de su vida y que ha definido otras más. Ellas nunca están a cuadro siendo entrevistadas, sus testimonios son sólo sonoros.

El filme se vuelve también en un testigo de un caso más de impunidad en México, donde a pesar de que hay testigos que vieron a Omar Sánchez Puente entrar y salir esa mañana de la casa donde yacía el cuerpo de Cintia, no se le puede comprobar aún nada.

Ese septiembre de 2016, en la ciudad de Tijuana se registraron cinco feminicidios que apenas ocuparon la atención de algunos medios de comunicación. La cifra fue algo inaudito y rápidamente llamó la atención del cineasta Javier Ávila, quien justo desarrollaba un proyecto sobre violencia de género, y quien no dudó en acercarse a los familiares de la víctimas.

Escuchar a Arcelia lo estremeció. Su fuerza al detallar el asesinato de su hija lo hizo darse cuenta que “era por esta rabia y necesidad de exponerlo”, según indicó el director.

Arcelia Verduzco, madre de Cintia. Foto: Piano Distribución
Bertha, hermana mayor de Cintia. Foto: Piano Distribución

La voz de Arcelia acompaña al espectador de principio a fin. Narra cómo conoció al presunto feminicida, la manera en que se fue introduciendo a su vida y la de sus hijos, y la violencia que veló toda su relación en silencio, casi imperceptible cuando desde la infancia ha estado presente.

¿Cómo distinguirla si siempre ha estado? El presunto culpable huyó de Tijuana sin dejar rastro, y hoy no hay datos de su paradero.

“Hace un mes hablé con el abogado y me dijo que no, que no se sabe nada todavía, el caso sigue igual no se sabe nada de esa persona. Yo le comenté a él que por medio de su seguro social podían saber si él estaba trabajando y por este medio poder localizarlo, y el me dijo ‘qué bueno que nos toca ese tema, voy a investigar a ver si lo están tomando en cuenta’, y le digo, pues se supone que lo deben tomar en cuenta porque ellos me dijeron eso, que en cualquier momento tendría que trabajar y así iban a dar con su paradero’. Ya van a ser seis años y no creo que esta persona no se haya puesto ha trabajar, a menos que se haya cambiado de nombre y no creo”.

En estos años de búsqueda de justicia, Arcelia Verduzco acusa que no se ha sentido acompañada por las autoridades por el feminicidio de Cintia Patricia Calderón Verduzco:

“Las veces que yo iba siempre me decían lo mismo: ‘no tenemos un caso en concreto’, ‘no tenemos evidencias por completo’. La última vez que hablé con las autoridades fue con una licenciada, ella me dijo que no me preocupara, que ellos me iban a hablar cuando ellos tuvieran alguna información o algo, que eso podía pasar 10, 11 hasta 15 años, pero así pasen los años que pasen esta persona se va encontrar y va a cometer algún error y lo vamos agarrar y se va juzgar, ‘que pague por el crimen de su hija no sé decirle’ entonces con esas palabras tú qué crees que yo como madre”.

Niña Sola, que llegó a salas de cine este 11 de febrero, no sólo busca visibilizar el caso de Cintia para que se avance en materia de justicia, sino también se convierte en una lectura obligada que acerca a poner ojo en violencias de género normalizadas..

“Que vean esta historia para que observen que muchas veces metemos a nuestras vidas a personas que no conocemos realmente, que no sabemos cómo sean, qué intenciones tienen, y que conozcan, que conozcan lo que puede pasar por no darlos el tiempo de conocer a alguien, de indagar a este alguien y que por el enamoramiento ciego que nos provoca una persona, no hacemos nada”, recalca Arcelia.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

scroll to top