El TEPJF detalló que ese método de selección no está prohibido para el caso de la dirigencia nacional, aunque en el estatuto solo se mencione para elegir candidatura a cargos de elección
CIUDAD DE MÉXICO.
El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, le dio luz verde a Morena para que elija el método de selección de su dirigencia nacional que le convenga, luego de corregir la contestación que sobre este tema, la Comisión de Honor y Justicia del partido le dio a Bertha Lujan, presidenta del Consejo Nacional.
Lo anterior luego que por mayoría se aprobó que ese método de selección no está prohibido para el caso de la dirigencia nacional, aunque en el estatuto solo se mencione para elegir candidatura a cargos de elección popular.
Sin embargo, considero también, que ello no constituye un impedimento jurídico para que los órganos del partido puedan implementar las encuestas para elegir a sus dirigentes, siempre que con ello busquen un fin legítimamente democrático como lo sería la certeza y legitimidad a esos comicios internos, de forma que al establecer el método de encuestas para elegir a los integrantes del Comité Ejecutivo Nacional y de los Comités estatales, no sería esto violatorio por sí mismo de la normativa interna, al ser dable compaginar el sistema de encuestas con la elección de dirigencia del partido, al ser una decisión acorde con los principios democrático y de autodeterminación del partido político,” dijo el magistrado presidente Felipe Fuentes Barrera.
Además, se revocó la amonestación que la Comisión de Honestidad y Justicia del partido les había impuesto a la presidenta Yeidckol Polevnsky y al representante de Morena en el INE, Carlos Suárez, por no haber registrado como Secretaria de Diversidad Sexual a Brenda Lizette Reyna Olvera.
También se confirmó la resolución de la CHYJ con respecto a la revocación que hizo esa instancia, de los acuerdos tomados en la sesión del 9 de julio del Comité Ejecutivo Nacional, en la que se hicieron designaciones y nombramientos.
La revocación se realizó con el argumento de que no había el quorum necesario para tomar los acuerdos.