Del 2 al 10 de diciembre, observadores internacionales y parlamentarios recorrieron zonas de contaminación y explotación laboral en Jalisco, Hidalgo, Estado de México, Guanajuato, Tlaxcala, Puebla y Veracruz.
Todos quedaron “en shock” por la devastación ambiental y daños a la salud causados por empresas trasnacionales que arribaron luego de las firmas del TLCAN y el TLCUEM, y aún no son reguladas por las autoridades. Además, detectaron más de mil sustancias tóxicas en agua, suelo y aire que enferman a 3 millones de personas.
Al concluir la Caravana #ToxiTourMéxico, científicos, parlamentarios europeos y estadounidenses, y 20 observadores internacionales quedaron sorprendidos por las violaciones a derechos humanos por parte de un tramado de empresas trasnacionales –como Volkswagen, Audi, Honda, Bayer, Cargill, Apasco– que generan contaminación, devastación ambiental y con ello cáncer, insuficiencia renal, retraso mental y fluorosis dental en poblaciones de la región central de México.
Coincidieron en que “el infierno” ambiental “impune” de las compañías mexicanas, estadounidenses, canadienses y europeas se deriva del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y el de la Unión Europea (TLCUEM), ante los ojos de la Secretaría del Medio Ambiente (Semarnat), la Procuraduría Federal de Protección del Ambiente (Profepa), la Comisión Nacional del Agua (Conagua), la Secretaría de Salud y la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitario (Cofepris).
El T-MEC con Estados Unidos y Canadá, con ajustes firmados el martes pasado, no aborda las consecuencias ambientales de la actividad de la industria trasnacional ni posible vigilancia y sanción.
El ToxiTourMéxico afuera de la planta de Volkswagen en Puebla. Foto: Asamblea de Afectados Ambientales.
“El modelo basado en el libre comercio ha fracasado totalmente. Un joven indígena en una de las localidades nos decía que para él el TLCAN era un pacto legal del despojo. Y eso es lo que estamos viendo: empresas prepotentes y corruptas que se sostienen en la impunidad a quienes las autoridades no las regulan. Están priorizando ante todo al dinero y han perdido la humanidad”, dijo la ecuatoriana Alexandra Almedia, de Acción Ecológica, quien expresó su “más profundo sentimiento de indignación” porque vieron ríos muertos con aguas putrefactas y malolientes que atraviesan ciudades; acuíferos saqueados y contaminados; suelos áridos e infértiles que ya no son aptos para la agricultura; y respiraron un aire venenoso de un olor insoportable.
Del 2 al 10 de diciembre (Día Internacional de los Derechos Humanos), en compañía de organizaciones sociales locales y habitantes de las comunidades afectadas recorrieron más de mil kilómetros de zonas de contaminación y explotación laboral en Jalisco (El Salto), Hidalgo, Estado de México (Dolores, Apaxco, Atitalaquia), Guanajuato, Tlaxcala, Puebla (Río Atoyac), Veracruz (Coatzacoalcos), y arribaron a la Ciudad de México para compartir su experiencia.
“Estamos en un profundo estado de shock por lo que hemos atravesado, hemos visto y escuchado en las regiones visitadas”, aseguró Mónica Vargas, del Transnational Insatitue (TNI). “Hemos detectado alrededor de mil sustancias tóxicas en el agua, el suelo y el aire que afectan a tres millones de personas, vinculado con la presencia de empresas en el marco del libre comercio”.
También participaron en el ToxiTourMéxico varios científicos que han trabajado en la región desde hace muchos años “a contra corriente” de la política institucional de investigación de las universidades, “porque las autoridades estatales y federales han procurado sistemáticamente durante los más de 20 años del TLCAN maquillar y negar la gravísima situación de deterioro en las regiones”, destacó Andrés Barreda, de la Asamblea Nacional de Afectados Ambientales. “El TLCAN no ocasionó esto por equívoco, se basó en una desregulación deliberada del medio ambiente”.
La Senadora de Estados Unidos, Patricia Torres Ray, expuso que el viaje le permitió ver que las empresas estadounidenses que trabajan en México “no están cumpliendo con los reglamentos bilaterales a los que se comprometieron cuando entraron por la falta de vigilancia y de denuncia sobre los abusos”.
En reunión con el titular de la Semarnat, Víctor Toledo, los miembros de la Caravana pidieron declarar las regiones visitadas como zonas de emergencia ambiental, así como invitar a relatores de Naciones Unidas para que monitoreen la actividad industrial a nivel nacional. En 2018 no se concretó la visita de Baskut Tuntak, el relator sobre manejo de sustancias tóxicas, quien ha considerado que vivir bajo su exposición continua es violencia.
De estas regiones la sociedad organizada no fue atendida durante 20 o 30 años “porque esto fue lo que nos dejaron los gobiernos anteriores, prácticamente estamos frente a situaciones en las que yo le he llamado infiernos ambientales”, declaró Toledo en la conferencia de prensa matutina del jueves. “Los problemas de salud que se desencadenan aquí son terribles, niños con plomo, problemas de cáncer, problemas renales, etcétera”.
Por lo que comentó al Presidente Andrés Manuel López Obrador la necesidad de colaborar con la Secretaría de Salud, para generar proyectos muy enfocados al tema de las emergencias ambientales y sanitarias.