Aún no comienza, pero el Super Bowl LIV entre los 49ers de San Francisco y los Kansas City Chiefs tiene su lugar asegurado en la historia. Estamos hablando del Supe Bowl de la inclusión, que marcará un antes y un después, cuando Katie Sowers, entrenadora asistente de los 49ers de San Francisco, se convierta en la primera mujer y en la primera persona abiertamente homosexual en entrenar en la historia del Super Bowl.
Y si jugar un Super Bowl es un sueño para millones de fanáticos de la NFL en todo el mundo, el sueño de Katie Sowers va mucho más allá del fútbol americano.
A sus 33 años, Sowers confiesa siempre haber querido entrevenar a un equipo de fútbol, “mi papá era entrenador y pese a ello nunca vi una oportunidad para mi, porque nunca antes había visto a una entrenadora formar parte de un equipo. Durante mucho tiempo, me dijeron que la gente no está lista para que una mujer lidere, pero si somos honestos, todos hemos aprendido algo de las mujeres a lo largo de la vida”. Sin embargo, el camino para Sowers no fue fácil.
Su pasión por el fútbol americano comenzó a una temprana edad, cuando jugaba con sus primos y vecinos. Desgraciadamente, llegó el punto en el que los cambios físicos de hombres y mujeres, le impidieron seguir jugando, no porque ella no quisiera, sino por las costumbres que dicta la sociedad. Fue ahí, cuando se integró a equipos femeniles de fútbol americano, desepeñándose como Quarterback, receptora y esquinera.
Su pasión la llevó a buscar una oportunidad como entrenadora, una oportunidad que le cerró las puertas por su orientación sexual, lo que a la postre provocó que las universidades estadounidenses tuvieran que adoptar una política de no discriminación en el 2015.
El rechazo no la detuvo, sino que la impulsó. Se especializó en acondicionamiento físico y pronto consiguió un puesto como directora atlética para el Condado de Kansas City. Al mismo tiempo, entrenaba un equipo de basketball colegial, donde curiosamente, estaba la hija de Scott Pioli, uno de los ejecutivos más respetados de la NFL quién olfateó su talento y pasión.
Como Gerente General de los Halcones de Atlanta, Scott Pioli ofreció a Sowers una beca para que pudiera ser parte del programa de diversidad de la NFL, una iniciativa impulsada por el legendario Bill Walsh para impulsar el talento y las carreras de minorías en la NFL.
El talento de Katie Sowers fue tal, que en cuestión de meses, fue contratada por los Halcones de Atlanta como entrenadora asistente del equipo de receptores y cuando Kyle Shanahan fue nombrado en el 2017 como Entrenador en Jefe de los 49ers de San Francisco, no dudó ni un minuto en llevarse con él a Katie Sowers, quién desde entonces ha brillado como asistente ofensiva del equipo de la bahía, que buscará conquistar mañana el sexto Super Tazón de su historia.