El Gobierno de Nicaragua confirmó el fallecimiento de los dos menores, uno de 11 años y el otro de 8, que eran hermanos, aunque evitó vincularlo a Iota.
Al menos dos niños murieron este martes en Nicaragua cuando intentaban cruzar un río crecido a causa de las intermitentes lluvias y fuertes vientos relacionados con el huracán Iota, ya degradado a tormenta tropical, que tocó tierra anoche en el Caribe como ciclón categoría 4 en la escala Saffir-Simpson, de un máximo de 5.
El Gobierno de Nicaragua confirmó el fallecimiento de los dos menores, uno de 11 años y el otro de 8, que eran hermanos, aunque evitó vincularlo a Iota.
La vicepresidenta del país, Rosario Murillo, dijo a través de medios oficiales que los menores perdieron la vida en una comunidad rural del departamento de Carazo, en el Pacífico, cuando intentaron cruzar el río Solera, que se encuentra desbordado por las lluvias.
La dignataria lamentó que haya personas que se cruzan los ríos y no esperan a que bajen sus niveles.
Murillo, también esposa del presidente del país, Daniel Ortega, dijo que en la zona de impacto del poderoso huracán en Nicaragua no tienen reportes de muertos.
“No hay registro de pérdidas y estamos trabajando, sólo una persona tuvo una herida en la cabeza, una cosa leve como consecuencia de un ladrillo que cayó de un muro de una pared. Una cosa, gracias a Dios, menor”, señaló.
DEVASTÓ CARIBE NORTE
Según las autoridades, Iota devastó la Región Autónoma del Caribe Norte (RACN), la zona más pobre y vulnerable de Nicaragua, habitada en su mayoría por indígenas miskitos y mayagnas.
Las autoridades aún no ofrecen un balance del paso del huracán por la RACN, debido a que la zona ha quedado incomunicada, sin servicio de energía eléctrica ni telecomunicaciones.
Las autoridades siguen esperando que se restablezcan esos servicios, así como mejores condiciones climáticas para llegar a ese territorio caribeño, compuesta por ocho municipios, y cuyos suelos se hallaban saturados tras ser embestido por el huracán Eta, también en categoría 4, el pasado 3 de noviembre.
Bilwi o Puerto Cabezas, la principal ciudad de la RACN, se encuentra incomunicada y sin energía eléctrica desde anoche tras las fuertes lluvias y los huracanados vientos provocados por Iota, que también averió los servicios de telecomunicaciones, según confirmó el Instituto Nicaragüense de Telecomunicaciones y Correos (Telcor).
Iota, clasificado como un huracán “extremadamente peligroso”, dejó sin techo algunos de los principales edificios de Bilwi, donde se habían refugiado 38,000 de las 40,000 personas evacuadas en 250 centros de albergue.
Algunas de las viviendas que habían sido reparadas 13 días antes, tras el paso de Eta, fueron tumbadas por Iota, y la misma suerte corrieron decenas de árboles, igual que el tendido eléctrico y de telefonía, reportó el Sistema Nacional para la Prevención, Mitigación y Atención de Desastres (Sinapred).
ZOZOBRA POR COMUNIDADES VULNERABLES
El colapso de las telecomunicaciones en el Caribe mantiene en zozobra a las familias del Pacífico, debido a que no se sabe nada de las poblaciones caribeñas afectadas por Iota.
El ojo de Iota tocó tierra el lunes a las 22:00 hora local (04:00 GMT del martes), en Haulover, al sur de Bilwi, donde habitan unas 350 familias con 1,750 personas, en su mayoría indígenas de origen miskito.
Haulover es una comunidad dedicada a la pesca artesanal y al turismo, y hasta el momento se desconocen los daños que dejó el huracán que golpeó esa zona con vientos de 250 kilómetros por hora.
Iota, ya degradado a tormenta tropical, también causó inundaciones en la zona Pacífico de Nicaragua, debido a la crecida de ríos, como producto de la circulación de sus vientos, en contra de las manecillas del reloj.
Las autoridades mantienen la alerta roja para el Caribe de Nicaragua, y la amarilla para el resto del país, ya que no descarta un desastre mayor.