En las últimas 24 horas fueron registrados 52,035 nuevos contagios, con lo que el total de infectados en Brasil llegó a 8,013,708, según los datos divulgados este viernes por el Ministerio de Salud.
Brasil superó este viernes la marca de 8 millones de casos de COVID-19 confirmados, tras sobrepasar la víspera las 200,000 muertes y a la espera de una vacuna que sigue sin llegar, mientras el país es azotado por una segunda ola de la pandemia sin terminar siquiera la primera.
En las últimas 24 horas fueron registrados 52,035 nuevos contagios, con lo que el total de infectados en Brasil llegó a 8,013,708, según los datos divulgados este viernes por el Ministerio de Salud.
Y mientras los casos aumentan, las muertes no paran y el número de víctimas mortales por la COVID también sube aceleradamente y saltó de los 200, 498 fallecidos registrados hasta el jueves hasta 201,460 este viernes, con 962 nuevos óbito, en las últimas 24 horas.
Estas cifras confirman a Brasil, con sus 210 millones de habitantes, como uno de los epicentros globales de la pandemia. El gigante suramericano es el segundo país con más muertes por COVID en el mundo -detrás de Estados Unidos- y el tercero con más contagios de la enfermedad, después de la nación norteamericana e India.
El recrudecimiento de la pandemia en Brasil desde diciembre ubicó el promedio diario de muertes en los últimos 14 días en 783, el nivel más elevado desde el 7 de septiembre (832) y una media en un 36.4 % superior a la de hace un mes (574 muertes diarias el 8 de diciembre).
La segunda ola de la pandemia, que empezó a tomar fuerza a finales del año pasado, cuando todavía no había terminado la primera, coincidió con las fiestas de fin de año y la llegada del verano austral, lo que abrió la puerta a numerosas reuniones y aglutinaciones pese a las restricciones de las autoridades, que ya vislumbraban un notable aumento de casos en enero.
AMAZONAS EN COLAPSO Y RÍO DE JANEIRO LE SIGUE LOS PASOS
La pandemia viene creciendo con fuerza en diferentes regiones del país, pero ha afectado principalmente al estado de Amazonas, que está al borde del colapso repitiendo una lamentable situación ya vivida a comienzos del año pasado, especialmente en Manaos, su capital.
Otros estados al sur del país, como Paraná y Santa Catalina, también han registrado notorias alzas en casos y muertes en los últimos días por lo que las autoridades han endurecido las restricciones para reducir la movilidad de las personas.
La situación también se ha agravado notoriamente en el estado de Río de Janeiro, con cerca de 453,000 contagios y la segunda región de Brasil con más muertes por COVID (26,292) después de Sao Paulo, que, con sus 46 millones de habitantes, es el principal epicentro en Brasil.
La ciudad del estado de Río de Janeiro más afectada es su capital homónima, junto con los municipios que forman parte de la región metropolitana, por lo que las autoridades ya alertaron que, si los ciudadanos no toman las medidas pertinentes y si se registra un “riesgo alto”, se aplicarán mayores restricciones en la ciudad.
“Si no tienen el cuidado adecuado, existe una posibilidad real de que llegue a un nivel muy alto. Y si llega a un nivel muy alto, tendremos restricciones muy firmes”, aseguró este viernes en una rueda de prensa el alcalde de Río, Eduardo Paes, quien asumió el cargo el 1 de enero.
Solo en la “cidade maravilhosa”, unas 16,000 personas han fallecido por el coronavirus y desde finales de septiembre Río es la ciudad con mayor número de muertes en todo Brasil, incluso por encima de Sao Paulo.
En el promedio de las dos últimas semanas han sido 49 muertes por día -dos óbitos por hora- y solo en la víspera fueron registradas 132 muertes.
Ante la probabilidad de un nuevo colapso del sistema de salud, como el que se vivió el año pasado, no solo las autoridades sino también muchas de las personas que han padecido la enfermedad y perdido a sus seres queridos hacen un llamado a la prudencia.
Tal es el caso de Thamires da Silva Netto, una joven de 29 años que vive en Duque de Caxias, la tercera ciudad de Río con mayor número de muertes (923), ubicada en la región metropolitana.
Esta joven perdió a su madre, a su hermana y a tres tíos por la COVID en menos de dos meses y este viernes quiso rendirles un homenaje a ellos y los más de 200,000 fallecidos que ha dejado la pandemia.
“Fueron muchas muertes en muy poco tiempo. La sensación es muy dura, perdimos a las personas más importantes de nuestra vida. Mi familia está destruida”, explicó a Efe la joven, tras estampar los nombres de su madre y de su hermana en “In-finito”, el único memorial que rinde tributo a las víctimas de la pandemia ubicado en un cementerio de Río.
“Creo que estoy aquí para hacer un llamado, una alerta a las personas, de que esta enfermedad es grave y que la pandemia no acabó”, agregó entre sollozos.
NADA DE VACUNAS
Mientras que más de 50 países ya comenzaron sus campañas de vacunación, entre ellos algunos latinoamericanos como Argentina, México, Chile y Costa Rica, Brasil apenas este viernes recibió la solicitud para el uso de emergencia de las dos primeras vacunas: la “Coronavac” china y la de la Universidad de Oxford.
El Gobierno ya tiene un plan de vacunación definido y, según explicó el jueves el ministro de Salud, Eduardo Pazuello, en una rueda de prensa, la inmunización podría comenzar el 20 de enero.
No obstante, se trata de una carrera contra el tiempo para poder comenzar en esa fecha, pues la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa, regulador) tiene hasta 10 días para responder a la solicitud de registro de una vacuna y aunque las primeras dosis serían repartidas en los 27 estados del país en 24 horas, los Gobiernos regionales aclararon que necesitan mínimo tres días para empezar con la vacunación a partir de su llegada a cada región.
Hasta el momento, Brasil tiene 354 millones de dosis de vacunas contra COVID-19 confirmadas para 2021: 212.4 millones de dosis de la vacuna de Oxford, 42.5 millones del inmunizante producido por el consorcio Covax Facility de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y 100 millones de la vacuna china “coronavac”, producida por el Instituto Butantan.