Este lunes 11 de enero, el peso mexicano retrocedía en línea con la mayoría de las monedas de países emergentes, arrastrado por renovadas preocupaciones ante el repunte de la pandemia y tras la publicación de débiles cifras económicas a nivel local.
En tanto, la bolsa también operaba a la baja, pero afectada además por una toma de utilidades, luego de que el principal índice bursátil anotó la semana pasada su mayor ganancia semanal en siete meses.
El peso cotizaba en 20.0486 por dólar, con una depreciación del 0.21% frente a las 20.0069 unidades del precio de referencia de Reuters del viernes.
“Se observa una reversión en el apetito por riesgo, en línea con la mayor propagación del virus, en especial de cepas más contagiosas”, dijeron analistas del banco Ve Por Más.
Los casos de COVID-19 en el mundo sobrepasaron los 90 millones, según un recuento de Reuters con datos oficiales, en momentos en que los países se apresuran por conseguir vacunas y continúan con fuertes restricciones al traslado de las personas para frenar el avance de nuevas variantes del virus.
Mientras tanto, a nivel local, se publicaron datos sobre la producción industrial del país durante noviembre, la cual moderó su recuperación respecto al avance registrado el mes previo, lo que también limitó el avance de la moneda mexicana.
En operaciones al mediodía, el índice referencial S&P/BMV IPC, integrado por las acciones de las 35 firmas más líquidas del mercado, bajaba un 0.79% a 46,358.09 puntos.
La semana previa, el índice bursátil líder acumuló un alza de un 6.04%, la mayor desde inicios de junio de 2020, impulsada por las expectativas de mayores estímulos económicos en Estados Unidos.