Once activistas y opositores hongkoneses acusados de subversión bajo la polémica ley de seguridad nacional obtuvieron finalmente la libertad bajo fianza, pero el resto de acusados, 36 en total, permanecerán en prisión preventiva.
El Tribunal Supremo dictaminó hoy que tres de los acusados, los concejales de distrito Sze Tak-loy, Kalvin Ho y Shun Lee, pueden abandonar la custodia judicial después de que una magistratura inferior les concediera la libertad bajo fianza, la cual había quedado supeditada a que el Supremo diese su visto bueno.
La Justicia hongkonesa decidió el pasado día 4, tras una vista preliminar que se prolongó durante cuatro días, conceder la libertad bajo fianza a 15 de los 47 activistas y opositores acusados de subversión bajo la polémica ley de seguridad nacional.
No obstante, la Fiscalía recurrió la decisión y, según las leyes hongkonesas, estas 15 personas debían permanecer bajo custodia hasta que el Supremo autorizase la medida.
Después, los fiscales retiraron su apelación contra 4 de los 15, que salieron en libertad bajo fianza, mientras que han estudiado los 11 casos restantes en los últimos días.
Finalmente, la jueza Esther Toh Lye-ping decidió otorgar la medida cautelar a siete de los imputados, con lo que 36 de los acusados deberán permanecer en prisión hasta el juicio, que comenzará el 31 de mayo.
En cualquier caso, los que salen bajo fianza no podrán, bajo ninguna circunstancia, “publicar discursos, organizar actividades o comportarse de manera que pongan en peligro la seguridad de Hong Kong”.
Los activistas de Hong Kong están acusados de subversión bajo la controvertida ley de seguridad nacional impuesta por Pekín para el territorio, que estipula penas de hasta cadena perpetua para supuestos como secesión, terrorismo, subversión y confabulación con fuerzas extranjeras.
Todos ellos fueron acusados por llevar a cabo unas primarias no oficiales el pasado mes de julio con la intención, según la fiscalía, de hacerse con la mayoría de los escaños del parlamento local, vetar los presupuestos y forzar así la renuncia de la actual jefa del Ejecutivo hongkonés, Carrie Lam.
Ese plan se esbozó con vistas a llevarse a cabo durante las elecciones legislativas previstas para septiembre de 2020, que las autoridades terminaron por aplazar un año con el pretexto de la situación pandémica en la ciudad semiautónoma.
