Pobres y marginados pagan precio más elevado
El Papa Francisco denunció el nacionalismo “agresivo” que rechaza a los migrantes y dijo que los católicos deben seguir el mandato evangélico de una Iglesia acogedora que no distingue entre “autóctonos y extranjeros, residentes y huéspedes”.
En su mensaje anual a los migrantes y refugiados, el Papa dijo que la pandemia ha demostrado cómo el concepto de la familia humana está “fragmentado, herido y desfigurado”, y que los más pobres y marginados pagan el precio más elevado.
El “nosotros” universal, dijo, “se derrumba y resquebraja debido a las formas miopes y agresivas de nacionalismo y el individualismo radical”.
Exigió que los católicos en particular actúen “con catolicidad” en un sentido universal y destacó que los migrantes y refugiados enriquecen la fe, la Iglesia y mutuamente.