Su cuerpo fue sepultado en la cripta de la Catedral de Santiago, en Saltillo
Las campanas de la Catedral de Santiago anunciaban su llegada y fue a las 8:00 de la mañana de este domingo que el cuerpo del obispo emérito de la Diócesis de Saltillo, Francisco Villalobos Padilla, fue trasladado a este templo para que cientos de personas le dieran el último adiós tras su deceso la noche de este jueves, fecha en la que apenas a mediodía fue internado en un hospital de la ciudad capital por complicaciones en su salud a causa de la Covid-19.
A la entrada de este recinto religioso fue recibido por el obispo de la Diócesis de Saltillo, Hilario González García, sacerdotes de esta comunidad diocesana, familiares y católicos de la localidad.
Ya en el altar principal, se colocó en su féretro el báculo, la biblia y una de las vestiduras eclesiásticas que el obispo emérito, quien partió de este mundo a la edad de 101 años, utilizaba al oficiar misa.
Tras una segunda misa en su honor efectuada a las 10:00 de la mañana y cumpliendo con la cercanía que en vida tuvo con la feligresía, la Catedral de Santiago se mantuvo abierta a la ciudadanía para despedirse de monseñor Villalobos.
A las 3:00 de la tarde, el obispo Hilario presidió la misa de exequias y reconoció la labor pastoral de Francisco Villalobos, quien se desempeñó como obispo titular de la Diócesis de Saltillo de 1975 a 1999.
«En medio de la tristeza por la despedida de nuestro pastor emérito, la gratitud con el Señor por la vida y el ministerio de monseñor Villalobos. 50 años, un poquito más en medio de nosotros, ejerciendo esta función, pero esta vocación sobre todo de padre y pastor, de maestro», dijo monseñor González García como mensaje a los feligreses en entrevista con medios.
«La enseñanza más fuerte es este testimonio de entrega diaria, hasta dar la vida, desgastarse por una comunidad, por el pueblo de Dios desde la sencillez, desde la oración, desde la cercanía (….). El señor monseñor Villalobos es un ejemplo, tengo que aprender de él y ahora agradecido por Dios, por esa presencia entre nosotros», agregó.
Concluida esta última ceremonia a la que acudieron el alcalde de Saltillo, José María Frausto Siller, y el secretario del Gobierno de Coahuila, Fernando de las Fuentes Hernández, el cuerpo del quinto obispo de esta Diócesis, originario de Guadalajara, Jalisco, fue traslado a la cripta de la misma Catedral para ser sepultado. En este espacio descansan también los restos de los obispos de Jesús María Echavarría y Aguirre y Luis Guizar Barragán.
Tal como previamente lo dispuso monseñor Hilario, las campanas de todos los templos de la institución religiosa a su cargo sonaron al unísono para culminar con el adiós al obispo emérito Francisco Villalobos Padilla.
A partir de este lunes y hasta el próximo miércoles 15 de febrero esta Diócesis entrará en luto por la partida de Villalobos Padilla, por lo que el obispo titular pidió unirse en oración por su eterno descanso, especialmente en las celebraciones eucarísticas.
En este mismo período, el novenario en su honor se realizará desde la Catedral en las misas de 12:00 del mediodía y 6:00 de la tarde.
«El servicio ministerial, la vocación de monseñor Francisco en esta Diócesis también es un ejemplo de que entregó su vida aquí de igual manera que Jesús, una vez y para siempre (…). Estamos muy agradecidos por la vida y ministerio de monseñor Francisco», enfatizó el obispo González García durante su homilía.
FAMILIA LO RECUERDA
Previo a su sepultura y en nombre de su familia, Juan Jorge Hermosillo Villalobos, sobrino del finado, agradeció el cariño de la comunidad diocesana hacia monseñor Francisco durante su estadía en la capital coahuilense.
«Agradecemos la potencia de su vocación. Su permanente disposición para impartir bendiciones a personas y objetos, y principalmente para administrar el sacramento en muchas situaciones y contextos», externó.
«Nos impresionó su insistencia de celebrar la misa diariamente hasta donde le fue posible, sacando fuerzas que solo se explican por su invulnerable compromiso vocacional».
ENVÍA PAPA FRANCISCO SUS CONDOLENCIAS
Por medio de una circular compartida por el cardenal Pietro Parolin, el Papa Francisco envío sus condolencias a la comunidad de la Diócesis de Saltillo por la partida del longevo religioso.
«Recibida la triste noticia del fallecimiento de Francisco Raúl Villalobos Padilla, obispo emérito de esa circunscripción eclesiástica, el Santo Padre desea hacer llegar su sentido pésame a todos los miembros de la Iglesia particular de Saltillo, como también a los familiares los conocidos del finado», se lee en el documento.
«El Papa Francisco a la vez ofrece sufragios por eterno descanso de este abnegado pastor, que con su dedicación y trabajo ofreció su vida por el bien de la Iglesia».