La manifestación contra la reforma de las pensiones ha congregado a miles de personas en distintas ciudades de Francia. Trabajadores de sectores como el ferroviario, la educación o la medicina han salido a las calles para protestar contra el plan de Emmanuel Macron para reformar el generoso sistema de pensiones francés.
La más multitudinaria ha sido la marcha convocada por los sindicatos en París a las dos de la tarde, en la que se han congregado más de un cuarto de millón de personas. Unas dos horas después del inicio de las protestas, un grupo de encapuchados ha protagonizado los primeros disturbios en la capital francesa, con al menos 87 detenidos.
La policía ha lanzado gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes violentos que han quemado un remolque de construcción cerca del edificio de la bolsa de Trabajo. A pesar de que la marcha principal está transcurriendo de manera pacífica, unos 500 radicales se han enfrentado a la policía en las inmediaciones de la plaza de la República, donde se están concentrando los problemas.
Este pequeño grupo de manifestantes radicales han destrozado escaparates, han provocado algunos incendios y han lanzado bengalas.
La ciudad se había preparado para los posibles disturbios que se pudiesen provocar durante la jornada. Unos 6.000 agentes de la ley se han desplegado en la capital para hacer frente a los riesgos de incidentes y degradaciones. Hasta el momento se han registrado al menos 71 detenciones.
También hay incidentes en Lyon, Rennes o Nantes
Los indicentes se han extendido más allá de la capital francesa. Al final de la tarde, había más de 510.000 manifestantes en aproximadamente 70 ciudades, sin contar la concentración de París, según un recuento de AFP teniendo en cuenta las fuentes policiales y prefecturales.
Una de las más violentas ha tenido lugar en Nantes, donde la policía ha dispersado con gases lacrimógenos a los manifestantes y también se han registrado incidentes violentos en ciudades como Lyon o Rennes. En Nantes, los radicales han llegado a lanzar fuegos artificiales contra la policía en violentos disturbios.
Una huelga indefinida
La huelga general francesa no se limita a este jueves y los peores presagios apuntan a que podría prolongarse semanas, quizá hasta las vacaciones navideñas. Ya en 1995 una movilización de tres semanas contra una reforma similar promovida por el entonces primer ministro, Alain Juppé, acabó haciendo naufragar el proyecto.
Macron se reunió este jueves con el Consejo de Ministros y allí, según han filtrado medios franceses, pidió a su Ejecutivo que “no subestime” las movilizaciones de hoy pero que, al mismo tiempo, siga firme en la necesidad de reformar el sistema. El rechazo al plan no se sustanció sólo en la huelga, sino también en las manifestaciones que sacaron a la calle a cientos de miles de personas en las ciudades francesas, la mayor de las cuales tuvo lugar en París.