“… estamos lejos de la guerra, no hay explosiones, no hay muerte. No tengo trabajo, pero estoy feliz” señaló el padre de la menor.
Salwa, la niña de tres años que reía con su papá durante un bombardeo en Siria por un juego que este inventó, hoy está lejos de este país con su familia.
Cuando Abdalla Mohamed notó que su hija de tres años se asustaba por las bombas que caían cerca de su domicilio inventó un juego que consistía en que la menor se riera y adivinara si sería una bomba o un avión el que pasaba cerca de ellos.
Los usuarios en redes sociales no tardaron en viralizar el material y difundirlo en sus cuentas personales, por lo que ahora que la familia ha vuelto a ser noticia al salir de territorio sirio muchos comparten su alegría.
Este martes, Abdalla, Salwa y la madre de la menor cruzaron la frontera de este país con la ayuda del Gobierno turco de Recep Tayyip Erdogan que contactó a Mohamed para proponerle la salida de la zona bélica.
“Las autoridades turcas se pusieron en contacto conmigo y nos han llevado a Turquía”, mencionó Abdala a la agencia Anadolu.
Al igual que la familia de Mohamed, desde hace nueve años 3.5 millones de refugiados sirios han sido trasladados a Turquía para esperar a que la guerra termine y puedan volver a su hogar.
En octubre del año pasado, el Ejército turco emitió una ofensiva contra las milicias kurdas y buscó así cambiar el destino de este conflicto, sin embargo los enfrentamientos se mantienen a la orden del día.
“…estamos lejos de la guerra, no hay explosiones, no hay aviones, no hay muerte. Es un sitio nuevo, no tengo trabajo, pero estoy feliz”, asegura Mohamed desde la localidad de Reyhanli.
Aunque en Turquía no se otorga la residencia, la familia de Mohamed recibió una tarjeta que los identifica como refugiados, y según las declaraciones de Abdall, han decidido que solo regresarán a Siria hasta que termine la guerra, de lo contrario se mantendrán fuera del país.
