El canciller Marcelo Ebrard anunció que las vacunas serán distribuidas entre la Ciudad de México y Monterrey; envío de vacunas sumará 1.2 millones de dosis al 31 de enero de 2021.
La mañana de este sábado 26 de diciembre llegó a México un nuevo lote con 42 mil 900 dosis de vacuna contra el COVID-19 fabricadas por Pfizer y BioNTech.
Alrededor de las 8:38 de la mañana, un avión de carga de la aerolínea Cargojet aterrizó en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México. Las vacunas fueron recibidas por el director del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Zoé Robledo.
Las vacunas llegaron a México desde Puurs, Bélgica.
“Estamos cumpliendo con la instrucción presidencial de traer la vacuna a México de manera temprana y oportuna”, dijo Daniel Millán, vocero de la Cancillería.
Por su parte, la doctora Miriam Veras Godoy, directora del Centro Nacional para la Salud, llamó a la población a no bajar la guardia y seguir con las medidas de prevención sanitaria. “Tenemos que seguir las medidas señaladas de forma preventiva, la vacuna nos ayuda, es una intervención que complementa a las que ya conocen, la sana distancia, el uso de cubrebocas y el lavado de manos“.
En tanto, el director del IMSS, Zoé Robledo, dijo que el segundo paso es identificar al personal que recibirá la vacuna. “Nos toca la identificación del personal de salud que se va a vacunar, este personal es la población objetivo inicial, es crucial proteger a quienes nos han protegido”.
De acuerdo con las autoridades, se espera la llegada de 1.2 millones de dosis de vacunas de aquí al 31 de enero de 2021.
Los preparados, informó el canciller Marcelo Ebrard, serán repartidos entre la Ciudad de México y Monterrey. De las dosis recién llegadas, 34 mil 125 permanecerán en la CDMX, mientras que 8 mil 765 serán enviadas a la capital neoleonesa.
En la capital del país, las vacunas serán llevadas al Instituto Nacional de Cancerología.
México es el primer país de Latinoamérica en aplicar la vacuna contra el COVID-19.
Las vacunas preparadas por las farmacéuticas Pfizer y BioNTech requieren de una red de congelación a menos 70 grados. Los preparados son transportados en contenedores con un chip de geolocalización que también monitoriza la temperatura de las vacunas.
