;PuntoYComa Aunque el animador Mitchel Márquez afirmó tajante que él jamás trabajaría en actividades delictivas, automáticamente aceptó trabajar para la empresa Cargo Gas propiedad de Juan Manuel Muñoz Luévano “El Mono Muñoz”, preso en Estados Unidos por actividades delictivas relacionadas con el narcotráfico.
La situación del Mono Muñoz es pública y de trámite internacional. No es secreto que se ha relacionado a Cargo Gas con el robo de combustible, la extorsión a otros gasolineros, la extorsión a empresarios transportistas, el almacenamiento de combustible robado en empresas transportistas que están bajo extorsión y amenaza y en bodegas clandestinas.
Instituciones públicas encargadas de la seguridad como la Guardia Nacional y la Fiscalía General del Estado se manifiestan en contra de estas actividades delictivas pero al momento de enviar a su personal a hacer las investigaciones, son recibidos con cañonazos de dinero con lo cual deciden negar toda evidencia de delito: no es que no haya delito, las autoridades encargadas niegan toda evidencia y no profundizan en las indagatorias.
Y en estas actividades delictivas está ahora involucrado Mitchel Márquez, quien tiene valores personales muy arraigados como el de traicionar hasta a su propia familia.
Se saben de casos personales como el apropiarse de una idea de negocio: Préstamos El Parcero.
El Parcero le explicó a Mitchel como funcionaba y cuando aprendió a hacerlo, simplemente lo sacó del negocio, lo ignoró robándole la idea para quedarse con el negocio. Es una forma que Mitchel Márquez quedó como el nuevo operador financiero de Juan Manuel Muñoz Luévano “El Mono Muñoz”, para lavar dinero producto de actividades ilícitas, ya que es el Mono quien aporta el efectivo.
Pero Mitchel es tan miedoso que obligó con chantajes a su propia mamá a encargarse del negocio, es ella quien da la cara al frente del “negocio” que ofrece préstamos a tienditas de las colonias más vulnerables con el cobro de muy altos intereses y que ha llevado a situaciones de usura, pero todo lo ocultan porque las familias que reciben los préstamos son amenazados por los sicarios de Juan Manuel Muñoz Luévano “El Mono Muñoz”.
Así, “Gracias” a los préstamos de Mitchel Márquez se comete lavado de dinero, usura y extorsión, familias han sido despojadas de sus bienes por haber obtenido prestamos de risa, por cantidades de cinco a 10 mil pesos, pierden miles en propiedades que les son despojadas ante la anuencia de más autoridades.
Otro caso personal que demuestra los valores arraigados de Mitchel Márquez es el desinterés que muestra ante la reciente noticia de que su papá tiene cáncer, pues además que lo tiene en abandono, lo maltrata y le niegan todas las atenciones que requiere un paciente con dicha enfermedad.
Como si fuera una simple pelota, se la echan entre los hermanos con el clásico “te toca a ti” y “atiéndelo tu”.
Y viene de familia, pues sus hermanos, quienes se dedican a clonar tarjetas, hace tres meses le robaron dinero producto de sus actividades delictivas a Mitchel Márquez quien ahora está enojado con ellos y no se hablan desde entonces.
Mitchel tiene una hermana, es la menor de la familia, pues el animador tiene el descaro de querer involucrar a su hermana con el hijo de Juan Manuel Muñoz Luévano “El Mono Muñoz”. El delito aquí se llamaría trata de blancas: un intercambio de una persona por intereses económicos.
Regresando unos años atrás, Mitchel robo a un diputado 100 mil pesos que le pidió para abrir un negocio de ropa; ni ropa, ni el dinero devolvió. Al líder la de UNTA, José Luis López lo despojó de computadoras y dinero cuando le prestó la cocina de “Él Gabinos” para ponerlo otro “negocio”.
Junto a su hermano trajo a la Banda MS a los terrenos de la Feria de Saltillo, pero al final se quedó sin dinero poniendo como pretexto que la representante del grupo con un grupo delictivo le quitó las ganancias. Con esto se vio en la necesidad de pedir dinero para pagar cerveza y gastos generados, exigiéndole al ex alcalde Isidro López alrededor de 500 mil pesos. Mitchel se esconde en su actividad de comunicador en la empresa RCG, el auto denominado “canal de casa” “el gigante” propiedad del empresario Roberto Casimiro González donde por años se ha refugiado a “comunicadores” relacionados con actividades delictivas, pero en los últimos meses ha sido el escondrijo del regio Mauricio Alatorre, recientemente acusado de nueva cuenta en redes sociales de acoso sexual y de Mitchel Márquez, vinculado al grupo delictivo de Juan Manuel Muñoz Luévano “El Mono Muñoz”.
Defraudadores, cómplices del crimen organizado y del huachicoleo, acosadores sexuales y tratantes de blancas forman parte de la empresa coahuilense de comunicación, incluso su presidente y propietario guarda una relación muy estrecha con Juan Manuel “el mono” Muñoz, enlace de los Zetas en Europa.
En Coahuila todos se han hecho de la “vista gorda” como coloquialmente se dice, pero RCG mantiene negocios con “El Mono”, investigado además por su alta incidencia en el robo de combustible de los ductos de Pemex, gasolina que expende en las estaciones de Cargo Gas, cuyas relaciones públicas están a cargo del cómodo y obediente animador Mitchel Márquez.
La FGR y la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO), han investigado por años las dudosas actividades de los empresarios, pero hoy los señalamientos a su personal por acoso destapan una red que emigró de Monterrey a Saltillo, involucrando a Robertito, el hijo de don Casimiro.
Mientras las autoridades sigan envueltas en la corrupción, difícilmente se va a proceder contra todos estos delitos evidentes que se siguen cometiendo, el grupo de Juan Manuel Muñoz Luévano “El Mono Muñoz”, y ahora el autodestapado nuevo operador financiero de dicho delincuente, el animador Mitchel Márquez.