Aplican en Torreón toxina botulínica a niños con padecimientos

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La toxina botulínica tiene la finalidad de relajar las masas musculares y el efecto es inmediato

Por primera vez en este 2021, ayer se aplicaron en Torreón dosis de toxina botulínica de forma gratuita a 20 niños y niñas de 12 meses a 5 años y a una persona adulta con distrofia muscular. Todos ellos tienen padecimientos como parálisis cerebral infantil, pie equino varo y/o secuelas por accidentes cerebrovasculares o embolias, entre otros. La toxina botulínica tiene la finalidad de hacer relajación de las masas musculares espásticas y su duración es de 4 a 6 meses, provocando mejoras de entre un 60 y 70 por ciento entre quienes reciben el tratamiento.

Denisse Cabello Ortiz, coordinadora estatal del Programa estatal “Cambiando Vidas”, señaló que las inyecciones de toxina botulínica tienen un costo de 2,800 pesos cada una y que en esta ocasión, se aplicaron entre 6 y 10 viales a cada paciente, mejorando su calidad de vida. “Esto posteriormente ayuda en la rehabilitación, aquí se lleva a cabo en el Centro de Rehabilitación Infantil de Torreón y los médicos ya no batallan tanto para hacer este tipo de rehabilitación en cada paciente porque la toxina ayuda precisamente a eso”, explicó.

Citó como ejemplo que en el caso de los pequeños con diagnóstico de pie equino varo, al momento de aplicar la toxina botulínica se relaja el músculo y de esta manera el paciente puede incluso pisar de manera correcta.

Por medio de los Centros de Rehabilitación se detecta a los posibles candidatos y se determina el número de dosis a aplicar cada determinado tiempo.

La toxina botulínica se aplica en cualquier parte del cuerpo que tenga una distrofia muscular como la cara, brazos, piernas, pies y manos. El proceso de aplicación tiene una duración aproximada de 15 minutos y no hay efectos secundarios además de que el beneficio es inmediato.

Uno de los beneficiados fue el pequeño Leonel de 3 años de edad que tiene diagnóstico de diagnóstico de parálisis cerebral espástica; sus músculos están rígidos y se mueven con dificultad, dice su madre Perla Miranda.

La joven acudió ayer con su hijo al edificio que ocupaba la Clínica de Prevención y Detección Oportuna del Cáncer (frente al Hospital General de Torreón) donde el personal de salud aplicó la toxina botulínica. El niño recibe terapia física en el Centro de Rehabilitación Infantil de Torreón y según su madre, ha evolucionado favorablemente. Con el tratamiento de la toxina botulínica, Perla tiene la esperanza de que Leonel siga mejorando, que pueda caminar e interactuar con su entorno.

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