Ni siquiera la presencia de una caseta policiaca ahuyenta a los maleante
La inseguridad pública que invade al oriente de la ciudad también afecta al sector Santa María, que a pesar de ser una colonia pequeña, resiente esa problemática y demanda de la respuesta de la autoridad municipal.
El Ayuntamiento ya respondió con la instalación de una caseta móvil de policía, que se instaló en la plaza pública ubicada en la calle San Pablo, pero eso no ha sido suficiente para desalentar la presencia de pandilleros, sobre todo los fines de semana.
Tal parece que esta caseta fuera un símil a lo que hacen los agricultores cuando colocan “espantapájaros” en las parcelas, para ahuyentar a las aves de los sembradíos.
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Las amas de casa piden mayor presencia de las patrullas, sobre todo los fines de semana, porque a partir del viernes es cuando llegan a este sector los jóvenes de las colonias aledañas.
La calidad de los servicios públicos en este sector es aceptable y no hay queja de los vecinos. El agua llega con regularidad, es bueno el alumbrado público y el camión recolector de basura pasa puntual, pero tienen otras quejas.
HAY MUCHOS NIÑOS
La señora Anarely González manifestó que está a gusto en esta colonia, pues es una colonia tranquila donde los vecinos se conocen y hay buena convivencia.
Sin embargo, dijo que el problema está cuando llegan los pandilleros de las colonias cercanas a realizar sus desmanes e incluso se meten a las casas.
Su principal preocupación está en que en esta colonia hay muchos niños pequeños, que podrían ser víctimas de estos problemas de inseguridad, que podrían resolverse con un poco de apoyo de la Policía Municipal, con más patrullas o rondines sean más frecuentes.